Adriana Rodriguez cuenta el calvario que vive su madre, una mujer de sólo 53 años, intervenida quirúrgicamente por PAMI, la que ahora está postrada porque el tratamiento para sanarla “es muy caro”.
“Mi mamá se llama Mirta Burgos tiene 53 años, y padece artritis reumatoidea. Es pensionada y afiliadad a PAMI. Hoy está postrada.
“Ella se operó en 2008 la cadera izquierda y en 2010 la derecha. Esta última la operaron tres veces. Primero en abril en Clínica Calchaquí en Quilmes, y en mayo se exlusó. En octubre en Clínica Comahue no la pudieron recolocar y finalmente en novienbre del mismo año se la arreglaron, pero se infectó la herida y estuvo abierta dos años. Una infectóloga particular la trató y cicatrizó la herida. Pero siguió padeciendo fuertes dolores en ambas caderas.
“La Delegación Xª de Remedios de Escalada la deriva a diferentes centros asistenciales, donde le sugirieron retirar ambas prótesis para que deje de sufrir los dolores, pero no vuelve a caminar.
“De forma particular fue al Hospital Italiano donde le aseguraron que a través de un tratamiento y un implante de huesos volverá a caminar. El PAMI se lo niega porque dice que es muy costoso y nos sugieren hacer un recurso de amparo. Recorrí defensorías del pueblo, canales de televisión, y ya no se adonde más ir. El PAMI sigue negando el tratamiento arguyendo que necesito un rechazo conformado que lo tiene que dar Clínica Boedo, pero esta clínica, que sólo la revisó una vez, dice que le corresponde al PAMI y seguimos en veremos”.