¿Ayer fue la rendición de cuentas o la rendición del dariismo?
Aseguran los trajinadores del Concejo Deliberante de Lanús, que no fue solo la voz de Sergio Massa la que vino de afuera a decidir el rechazo de la rendición de cuentas municipales 2013. Es más, juran que fue el telefonazo de Julián Alvarez a Darío Diaz Perez, el que le puso la lápida al balance. Sí, dicen que Alvarez le advirtió a Diaz Perez: —Si le llegás a pagar a Di Masi y a Bosio de nuevo para que voten, los tres concejales de La Cámpora -Omar López, Gabriel Sandoval y Aldana Damone- van a votar en contra y la rendición se cae igual-dicen que dijo el secretario de Justicia. Y más: le exigió a Diaz Perez que les quite los contratos de los que hoy gozan los dos masistas Bosio y Di Masi, por miles y miles de pesos, y los que aún conserva José Luis Pallares, y se los pase a los camporistas. Luego Omar Lopez le dio otra vuelta de tuerca al “apriete”: Ahora plantea que quiere ser él el presidente del bloque del Frente para la Victoria, y en esta pulseada contaría además con el apoyo de Heriberto Deibe, y nada menos que de Hector Bofiglio, quien en los últimos tiempos cerró filas con Alvarez (en la foto, ambos inaugurando un centro de Justicia en Diamante, hace unos días). En contra de esta exigencia se plantaron obviamente Jorge Montero -el actual jefe de bloque FV- Daniel Piccolo, Adriana Augustavicius, y Mabel Gagino. Lo de Francisco Malvaso es un misterio ya que ayer se retiró del recinto para no votar la rendición... de cuentas.
Bursese y la billetera
Dicen que otra fuerte presión fue la que sufrió el radical Emiliano Bursese, quien estaba para -vía contratos- votar por la rendición, pero que sufrió un telefonazo de la UCR que preside Mario Ledesma, y se “decidió” por el no positivo.
“Tronar el escarmiento”
Y claro que la presión contra el voto que iba a ser positivo del dúo famoso -Di Masi & Bosio- no sólo vino de Tigre. Aquí en el massismo, se plantaron firme tanto el Perón Vive que dirigen Roberto “Chirola” Diaz y Ricardo Gandini, y la Identidad Peronista de Rubén Massobrio, quienes amenazaron que si no se rechazaba la rendición desde el sector, iban a hacer tronar el escarmiento.