por Marcelo Calvente
Lanús perdió por 3 a 1 ante Arsenal, un partido
que necesitaba ganar para afianzarse en la lucha por la punta del Torneo Final.
Cuándo no, las chances granates sueles tropezar
en Sarandí demasiado habitualmente. La visita se produjo en el marco de
la doble competencia, con la vertiginosa cercanía de un viaje a México para un
partido que se reconoce como clave para seguir con vida en la Copa Libertadores. La caravana
infernal no se detiene. Se juega tan seguido que se confunde con quien y porqué
torneo fue el último partido. No se recuerda si hablamos de uno o de otro
partido, con aquel otro rival. Lamentablemente la derrota, y sobre todo la
desteñida actuación, pone fin a un corto envión que daba para ilusionarse:
Lanús había superado a Colón en La
Fortaleza , y vencido también a San Lorenzo en su propia
cancha con una actuación brillante de dos chicos de la cantera, Astina y Valdez
Chamorro, que se sumaron al grupo de los que juegan en las últimas semanas. Para
enfrentar a Arsenal, con Acosta y Melano aún en recuperación, el técnico
granate tuvo que decidir entre ellos y los titulares, Junior Benítez y Pereyra
Díaz. Era tentadora la decisión por los pibes, pero es de buen conductor
ratificarle la confianza una vez más a quien en su momento se la otorgaste: Junior
y el Riojano fueron titulares, y tuvieron actuaciones olvidables. No se puede
todo. Lanús alterna buenas y malas actuaciones, pero así como nunca se
desmorona, aún no tiene el fuego sagrado que lo animó en el tramo final del
semestre pasado. Mejor dicho, no siempre lo mantiene encendido. Por eso no
sería extraño algún cambio decisivo en la formación del equipo.
El elenco de recambio que
presentó el entrenador en Sarandí tuvo sus puntos débiles, y se pueden enumerar
de abajo hacia arriba o viceversa. Digamos que tanto Pasquini como el Silva con
pelo -o Firulete Silva- no es marcando punta donde mejor cumplen, aunque frente
a San Lorenzo sí se habían destacado: Esta vez fueron más atacados, pero su
debilidad
defensivo estuvo muy ligada a la falta de marca de la línea media que
puso Guillermo en Sarandí. Ortíz primero, el Pulpito González al reemplazarlo y
luego Ayala al entrar por Pasquini, todos por la banda derecha, tanto como Valdez
Chamorro -y luego el mismo Pulpito- ambos por izquierda, no estuvieron en
sintonía con un Somoza desconocido. En ataque padeció la soledad de Silva
arriba, que no contó con mucho aporte de Junior ni Pereyra Díaz, e igual se las
rebuscó para generar peligro. Después de un buen arranque, Lanús se fue
desdibujando Luego del primer gol de Caraglio, a los 12 del complemento, Lanús lo
pudo empatar. Luego del segundo, logrado diez minutos después, también tuvo la
chance clara para descontar en la cabeza de Silva, y finalmente pudo lograrlo
después del
Mirando de reojo la Champions League ,
mientras se están disputando las semifinales, podemos apreciar el alto nivel competitivo
y de organización del fútbol europeo de primer nivel internacional. Con la
imagen de estos cuatro equipos repletos de figuras, entre los que no está el
Barcelona de Messi, la prolijidad de los multitudinarios marcos y el buen
comportamiento general de público y protagonistas, Europa insinúa que por el
momento está harta de violencia inútil y disfruta de esta situación. Del mismo
modo, las miserias y desigualdades de este lado del mundo se aprecian tan vigentes
como siempre. Y aunque parezca mentira, los mejores de cada uno de los cinco continentes
y el campeón de la liga marroquí, pero principalmente el mejor de Europa y el
mejor de América, se medirán en diciembre en
Marruecos y para todo el mundo. Es lo máximo que puede alcanzar un club
de fútbol, y al viejo y humilde Lanús le falta eliminar tan solo a cuatro notables
adversarios para alcanzar ese derecho. Hoy muy tarde, o mañana muy temprano,
según como se vea, el Granate visita con ventaja al primero de ellos, el bravo
Santos Laguna del norte de México, y a esta hora, es lo único que importa.