por Alejandro Chitrángulo
El lumbago es el dolor de la zona lumbar causado por alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral a ese nivel, como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras. Por lo tanto no llamamos lumbago, al dolor que localizándose en esa zona tiene otro origen, como por ejemplo el dolor que se debe a una alteración del riñón. El ejemplo más ilustrativo es el cólico nefrítico. Este cuadro debido a la existencia de un cálculo en las vías urinarias, es motivo de intenso dolor lumbar, pero es lumbago. El lumbago es uno de los síntomas más frecuentes que padece el ser humano a lo largo de su vida. Cerca del 80% de las personas padecen dolor lumbar en algún momento de su vida, y probablemente casi el 100%, tendrá algún tipo de molestia lumbar leve.Por qué se produce el lumbago
Las causas del lumbago son múltiples. Hoy en día sabemos que existen, factores laborales, posturales, o relacionados con la actividad física que desarrolla la persona y factores psicológicos, que van a ser decisivos en la aparición de las molestias. Si a esto se une la frecuencia conque la columna lumbar sufre alteraciones, tendremos varios elementos que bien por si solos o combinados, explican la elevada frecuencia del lumbago en la población general.
La columna vertebral del hombre es fundamental para mantener la posición bípeda que nos caracteriza. Así, existen dentro de ella 3 segmentos bien diferenciados, cervical, dorsal y lumbar. Este ultimo es él segmento final y por lo tanto el que soporta mayor peso, de ahí que
las lesiones en esta zona sean especialmente frecuentes y origine la aparición del lumbago. La columna está formada por una serie de huesos superpuestos, llamados vértebras, que van desde el cuello hasta la parte final de la misma. Para evitar que una vértebra se ponga en contacto directo con su inmediata superior o inferior, están separadas por el llamado “disco vertebral”. El disco como tiene una consistencia firme y elástica sirve por un lado de “amortiguador” entre dos vértebras y a la vez las une fuertemente. Las lesiones del disco van a tener gran importancia en la afectación de la columna. Además del papel que juega el disco como elemento de unión, también están los ligamentos que refuerzan ese papel. Todo ello se complementa por una potente musculatura, fundamental para lograr mantener recta la columna. Por todo ello cuando hablamos de la columna lumbar en realidad nos estamos refiriendo a ese “todo”. La lesión o el daño de cualquiera de estas estructuras va a ocasionar lumbago. Hay que recordar que entre cada dos vértebras salen las raíces nerviosas responsables de distribuir la sensibilidad en los miembros inferiores, así como de dotar de movilidad a los músculos de los mismos. Cuando estas raíces se dañan, (pellizcadas o comprimidas) como sucede en la hernia de disco, aparece la ciática. Las causas del lumbago son múltiples. Pueden ser causas de origen mecánico o inflamatorio. Las primeras que son las más frecuentes, radican en las estructuras que forman la columna lumbar. Así, la degeneración del disco vertebral, la aparición de artrosis en las vértebras lumbares (“desgaste de las articulaciones”), la existencia de osteoporosis importante (“descalcificación vertebral”), o de una musculatura lumbar atrófica o una escoliosis (alteración de las curvaturas normales de la columna, que origina una desviación lateral), son entre otras, causas frecuentes de dolor lumbar. Esto se debe a que estas anomalías exponen a las vértebras a soportar un peso excesivo en malas condiciones. El dolor producido por estas causas , al margen de que pueda ser agudo o crónico, tiene unas características peculiares. Por ejemplo, empeora al estar mucho tiempo de pie o cuando se mantienen posturas incorrectas de forma prolongada. Cualquier actitud que sobrecargue la columna lo aumenta, y en general se alivia o desaparece por completo al descansar en la cama. Como ya se ha dicho la inmensa mayoría de lumbagos son de tipo mecánico. Sin embargo, no todos tienen unos síntomas con unas características tan definidas como las que hemos comentado. De hecho, algunos lumbagos empeoran en la cama o en los días de descanso, como ocurre en vacaciones.
Las causas de origen inflamatorio tienen su origen en determinadas enfermedades que producen una inflamación de las vértebras, de los tendones o de las articulaciones próximas. La enfermedad más conocida es la espondilitis anquilosante. Otras causas no estrictamente inflamatorias pero que se podrían encuadrar en este apartado, será el lumbago producido por infecciones o tumores. Afortunadamente muy poco frecuentes, si se comparan con la incidencia real del lumbago.
Tanto se sufra de un lumbago ocasional como de uno crónico, lo ideal es consultar con el médico traumatólogo, quien por medio de diversos estudios podrá determinar el origen del mismo y de esa manera decidir cual es el tratamiento a seguir. Hay en el mercado farmacéutico una importante cantidad de productos para combatir el dolor y desinflamar las zonas afectadas. En muchos casos los especialistas recomiendan actividad física apuntada a dar movilidad y fortalecer la musculatura de la espalda. Esto tiene que ver con una terapia netamente preventiva y en muchos casos correctiva de posturas. Existe un amplio muestrario de ejercicios destinados a este fin, así como también sesiones de masajes descontracturantes y relajantes que aportan una grata sensación de bienestar.