Los desobstructores son vehículos que han costado verdaderas fortunas. Son incorporaciones al patrimonio municipal, de las que algún funcionario -por supuesto primero el intendente- deberá dar cuenta algún día por su falta de mantenimiento. Pero además, siempre estuvo bajo sospecha el tema de que teniendo camiones desobstructores propios, el municipio alquila el trabajo de unidades privadas, a cifras exhorbitantes. ¿Quien se beneficia con semejante abandono? ¿Nunca nadie en el Municipio de Lanús va a ir preso, ante tanto delito evidente?
Y los concejales: ¿arreglararán todo con algún inocuo pedido de informes que no moleste en el “negocio” de los contratos y acomodos?
