lunes, 24 de marzo de 2014

Desenredando la madeja

por Omar Dalponte

nuevospropositos@hotmail.com

Aunque no sea éste un año electoral el mundo de los partidos políticos está en efervescencia. En el territorio de la oposición ya están posicionados algunos nombres que casi con seguridad competirán en las elecciones primarias (PASO) como precandidatos a la presidencia de la Nación. Un poco más adelante, los elegidos en ese primer trámite además competirán en las generales de fines de 2015. En cambio en el espacio kirchnerista, donde no menos de media docena de dirigentes podrían entrar en la competencia, todavía es difícil prever quien será el continuador de Cristina Fernández. Sin duda, el rol de la presidenta, en tanto conductora del peronismo kirchnerista, tendrá fundamental importancia cuando llegue el momento de las disputas por las candidaturas dentro del Frente para la Victoria que, si bien no serán menores, se resolverán positivamente de la misma manera que se han resuelto históricamente en el peronismo con bastante éxito. Un dato a tener en cuenta, que por cierto no es menor, es el encuentro de una docena de gobernadores realizado recientemente para hallar coincidencias y acordar una lista de unidad en el Partido Justicialista, hecho que se concretaría en los primeros días del mes de mayo. Aparentemente el jujeño Eduardo Fellner sería el próximo presidente del PJ que, renovado, contribuiría en gran medida al fortalecimiento del Frente para la Victoria.
Hasta ahora, de no mediar alguna situación impredecible de las que suelen ocurrir en política, el kirchnerismo parte de una base electoral aproximada al treinta por ciento. O sea un bocado nada despreciable y además deseado por cualquier expresión política que funcione en términos democráticos tanto aquí como en cualquier país de la tierra. De manera que la gran tarea para el espacio liderado por Cristina Fernández, si pretende un triunfo contundente, es ir
tras la conquista de un veinte por ciento más de votos y por supuesto, este objetivo podrá alcanzarlo si es que emplea como corresponde el tiempo que tiene por delante hasta llegar a agosto del año que viene. Por lo tanto, si la militancia kirchnerista en su totalidad advierte que ésta es una de las acciones mas importantes del momento y no se distrae con actividades políticas de cabotaje, celos o peleítas sin sentido, en el año 2015 podremos garantizar con un rotundo triunfo la continuidad del proyecto nacional y popular en marcha que no pocos quieren interrumpir.
Sin dudas, en esta etapa que viene, serán los jóvenes de las diferentes organizaciones kirchneristas quienes enarbolarán mejor que nadie las históricas banderas del peronismo con modos originales y convicciones muy profundas. Y no decimos esto pensando que estos modos y convicciones vayan a ser mejores ni peores que las correspondientes a épocas pasadas. Creemos sinceramente que los jóvenes son la reserva moral del Movimiento y que su pensamiento, sus acciones y su manera de sentir tienen particularidades distintas porque los tiempos son otros, porque la situación nacional presenta novedades apasionantes y también porque la realidad internacional actual nada tiene que ver con la de antaño. Néstor kirchner y Cristina Fernández a quienes la vida unió en la lucha y en el amor han inaugurado una nueva época. Han hecho saltar los tapones de un tablero oxidado e iluminaron con luz solar el escenario argentino. Podrán los enemigos del pueblo imaginar, ejecutar miles de trampas y derramar toneladas de odio pero no conseguirán detener la nueva conciencia en marcha que con fuerza arrolladora está abriendo caminos hacia el futuro. Si no vemos esto tal como es, indudablemente nuestra capacidad de razonamiento y de observación quedaron ancladas en el pasado.
Claro que también hay que entender -como hemos dicho tantas veces- que la historia no comienza cuando uno llega ni termina cuando nos vamos. El peronismo kirchnerista tiene raíces muy profundas en el Movimiento Nacional y no es necesario inventar demasiadas cosas para encarar las luchas de nuestro tiempo. Frente a nosotros están los descendientes del viejo gorilaje y detrás de ellos opera el imperialismo con toda su fuerza y brutalidad teniendo ahora, como una espina clavada en la garganta, el grandioso hecho histórico que significa una América del Sur trabajando por su integración en común unión con los pueblos del Caribe sumados decididamente al sueño de la Patria Grande. Esto hace más peligroso al enemigo y más necesario que redoblemos los esfuerzos por seguir avanzando hacia la liberación nacional y social de nuestros pueblos consolidando el proyecto de transformación que conduce Cristina Fernández. Una materia pendiente es dar al Movimiento Obrero Organizado un mayor protagonismo en el tiempo que se aproxima pues no se puede prescindir de la presencia efectiva de los trabajadores en un proceso de lucha contra los poderes concentrados de la economía y de las finanzas. Por tal razón tanto el gobierno nacional como las organizaciones políticas y sociales que respaldan a esta experiencia kirchnerista deben hacer los mayores esfuerzos por la unidad de los trabajadores y su integración en las listas de candidatos para las próximas elecciones generales. Para el peronismo, en su disputa por el poder contra los enemigos del pueblo, las recetas siguen siendo más o menos las mismas. Unidad, organización, movilización y relación sólida con el movimiento obrero organizado que, más allá de algún dirigente que le haya vendido el alma el diablo, continúa siendo mayoritariamente peronista.
En una de las veredas de enfrente, la aparición y exposición mediática de Sergio Massa como figura deslumbrante en la geografía de la derecha y del antikirchnerismo, seguramente preocupará al macrismo cuyo líder, Maurico Macri está de capa caída frente a un modelo de político más joven, capaz y carismático que le pateó el hormiguero. En cuanto al radicalismo y asociados parece ser que no todo es coincidencia en sus filas y la falta, entre otras cosas, de una figura relevante como referente atractivo no les permite abrigar demasiadas esperanzas en la carrera hacia las presidenciales. A esto hay que sumarle la posibilidad de una ruptura con los sectores alfonsinistas que no descartan hacer rancho aparte si persiste la idea de alianzas con sectores políticos que nada tienen que ver con las tradiciones del radicalismo. En fin...el futuro inmediato promete ser entretenido.
   (*) Miembro de Iniciativa Socialista