Paralelamente, el Hernán Colombo Russell continúa en el fuero civil, presentando los amparos de los enfermos.
Los denunciantes aspiran a que con la gestión y asesoramiento de ambos profesionales ante la justicia, "dejemos de mendigar por las drogas oncológicas y no suframos más la interrupción de los tratamientos. Ya tenemos suficiente con la enfermedad -dice Marisa Avila (foto)- como para seguir aguantando el abandono del estado, que es una condena a muerte".
Hay en principio veinte pacientes que se presentarán para sumarse a la causa, de a poco, por su estado de salud. Por ejemplo ayer fueron cuatro enfermos pero el fiscal no quiso tenerlos esperando por su precaria salud, así que tomó declaración a dos de ellos. Todos los denunciantes tienen sus tratamiento suspendido por falta de droga. El fiscal les dijo que se fueran y que de a poco los iría llamando -los trató muy bien, según Marisa-. Y una señora que iba a presentarse no pudo concurrir porque debió ser internada el domingo: su estado se agravó.
