Augusto muestra otra cara del conflicto en CALSA. Dice que los primeros 6 despidos “de hace un mes y algo más, se debieron a que los trabajadores realizaron esculturas de partes femeninas en margarina, montadas por genitales masculinos y subieron esas fotos a un facebook con las aclaraciones de la empresa CALSA”.
Ahora, viendo la escalada de la crisis, les pide Augusto a Emiliano Bonfiglio y a la dirigencia del Partido Obrero en general, que afronten la responsabilidad de haber dejado en la calle a 60 trabajadores, porque culpa a esa expresión política, el PO, de haber echado querosén al fuego.