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martes, 18 de febrero de 2014

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

Iron Mountain (IRM) guarda archivos de más de 156.000 compañías y organismos públicos y privados en más de 36 países (Revista Firehouse EEUU). Incluso servicios secretos de diferentes países confían su información a este centro de almacenamiento privado. Los ingresos de IRM en 2010 fueron de u$s 3.130 millones. En la Revista Fortune de EEUU se posiciona 643 entre 1.000 y es una de la empresas que conforman el índice Standard & Poor’s 500 que mide la calidad de la deuda externa argentina. IRM también ofrece servicios de “Destrucción de información”.
  El incendio de IRM sucedido en Barracas el 5/2 provocó la muerte de 9 rescatistas y hubo otros 6 heridos graves. El siniestro señala la aplicación de métodos terroristas para hacer desaparecer pruebas incriminantes de grupos capitalistas que saquearon a la nación oprimida, atada al altar de los sacrificios por la “reconstruida” Burguesía Nacional vía los K y el régimen político cómplice. 
  En la política capitalista mundial la destrucción de pruebas no es novedad: 1) Basta ver documentales de la retirada nazi. 2) Durante la dictadura en 1979 el equipo económico de los genocidas aprobó el incendio total de los archivos del Banco de Intercambio Regional (Avenida de Mayo y Salta), en el intento de evitar resarcir a “350.000 ahorristas que habían depositado u$s 1.088 millones” cautivados por la altísima tasa de interés prometida por los estafadores militares y civiles (“Crisis Bancaria y Corrupción”, Roberto Quíntela). Allí murieron un bombero y el sereno. 3) Menem y su banda de traficantes de armas cuando hicieron volar en 1995 el Arsenal de Rio Tercero asesinaron a 7 personas.
  Destruir pruebas de acciones que afectan a una porción mayoritaria del pueblo para imponerles el pago de elevados costos económicos y sociales a los más indefensos es delito de lesa humanidad. Los criminales que así actúan están cebados por la impunidad y dispuestos a repetir la secuencia las veces que sean necesarias.
  En este cuadro, el “argentinólogo” Helmut Strasse, creado por Tato Bores, que revisaba los
restos del país destruido por los sucesivos gobiernos difícilmente con los piromaníacos del capital encontraría huellas de la confiscación económica producida por los monopolios, la Burguesía Nacional y su funcionariado.
  En la noche del 5/2 un vecino por América TV denunció ante el periodista Del Moro: “Desde varios días antes del siniestro dejaron de funcionar las luminarias públicas en la manzana donde estaba radicada IRM”, y  que “3 ó 4 días antes del incendio desapareció la guardia de gendarmería o prefectura que siempre hubo”.
  Un ex supervisor de IRM llamado Escalada señaló que por recortes presupuestarios la empresa retiró la guardia permanente de bomberos y dijo que un incendio intencional sólo es posible desde el interior del depósito.
  “Los aspersores (riego) no funcionaron”, dijeron 5 empleados de IRM.
  Otro dato que identifica a IRM como empresa dedicada a la destrucción de documentación empresaria lo aportó el empleado LMG: “Las condiciones de trabajo no son buenas, se inunda cuando llueve y se mojan los legajo. Los matafuegos no se recargaban, tengo una foto reciente del aparato con vencimiento a mayo 2013”.
  12 horas antes de la masacre Jorge Capitanich anunció una investigación sobre “operaciones de comercio exterior que suman u$s 6842 millones". Las transacciones bajo análisis del Banco Central y el Ministerio de Economía son exportaciones por u$s 3824 millones con el plazo vencido para ingresar las divisas al mercado cambiario que aún no lo hicieron, y alrededor de u$s 3000 millones correspondientes a importaciones donde se autorizó la compra de divisas pero las empresas no ingresaron la mercadería. El jefe de Gabinete dijo se trata de ‘incumplimientos en principales empresas’ entre las que identificó a mineras, cerealeras, alimentarias, automotrices y petroleras”. (Página 12, 5/2/2014)
  La destrucción por fuego organizada por Iron Mountain encontró actuando de conjunto al arco completo que contiene a los acreedores, a los testaferros de los Nac & Pop y a los derechistas de CABA. 1) Paul Singer dueño del Fondo buitre Elliot Capital Management que embargó durante 77 días la Fragata Libertad es accionista destacado de IRM donde impuso a 2 de los 4 directores en 2011 (New York Times 10/3/2011). Paul Singer es responsable de haber colocado una rata gigante en la puerta de la Embajada argentina en Washington cuando se celebraba un aniversario de la independencia argentina. 2) Gustavo Álvarez vicepresidente de IRM Argentina (Boletín Oficial 32514 - 2/11/2012) es hombre de confianza de Mónica Calismonte, consorte de Lázaro Báez. Álvarez es secretario del Club Boca de Río Gallegos cuyo presidente es Martín Báez, hijo del testaferro. 3) Mauricio Macri, quien en ceremonia pública distinguió en 2009 la presencia de IRM en el Polo tecnológico de Barracas, donde no paga impuestos ni tiene controles.
  El depósito de IRM guardaba los secretos de Molinos Río de la Plata, Bolt, Telefónica, etcétera. De petroleras como Shell responsable de la devaluación según el “marxiano” Kicillof, de Bancos como el HSBC (“Denuncian al banco HSBC por evasión impositiva y lavado de dinero”, La Nación 18/3/2013) o el JP Morgan con los datos de la causa penal donde se fugaron u$s 5000 millones del país (Tiempo Argentino 24/6/2013). En IRM había documentos y datos sobre la causa Papel Prensa y varios archivos de las empresas cerealeras y petroleras que Capitanich, vía Banco Central pretendía investigar. 
  La presidente que debería enjuiciar a los piromaníacos es quien amonestó al inmutable secretario de la CGTK, Miguel Caló, por decir que hay salarios de hambre y en cambio prometió a los usureros que si fuera necesario remataría sus bienes para honrar la deuda.
  CFK sabe que su continuidad pende de hacerle pagar la deuda a los niños con ¡$360! de asignación por hijo, a los Planes Trabajar con ¡$2000!, a los jubilados con ¡$2470! y al obreraje con ¡$4000! de salario.
  El gobierno pagador serial y lobbysta de los acreedores de la deuda ilegítima junto a la oposición están incapacitados de encabezar cualquier investigación seria por el rol de encubrimiento y complicidad que cumplen. 
  Sólo la clase obrera puede llevar adelante una gesta de soberanía nacional que imponga, movilizando a todo el país, juicio y cárcel a los vaciadores imperialistas. 
   Abramos paso al gobierno de los trabajadores. 
  (*) Dirigente del Partido Obrero