por Omar Dalponte
Sin ninguna duda podemos afirmar que uno de los métodos desestabilizadores empleado por los enemigos del proyecto nacional y popular que encabeza nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner es el alza desmedida de precios. Quienes con total desprecio de las necesidades populares manipulan la cadena de comercialización de los productos esenciales para consumo de nuestro pueblo son directamente responsables del proceso inflacionario que deteriora el salario de los trabajadores haciendo insostenible las condiciones de vida de los sectores más humildes.Evidentemente esta manera de atacar al gobierno nacional y al pueblo en general provoca un grave perjuicio, no sólo al bolsillo de la gente sino también creando un estado de malestar que acarrea serias repercusiones políticas. Afortunadamente, gran parte de nuestra población ya conoce que los causantes de aumentos salvajes y fabricantes de inflación son las grandes empresas formadoras de precios con la complicidad de sectores intermediarios que actuando en una misma dirección hacen inalcanzables los alimentos de consumo masivo, incrementándolos enormemente en el camino que va desde los productores hasta los consumidores.
Por los motivos expuestos tenemos la plena convicción de que la forma más efectiva de combatir la especulación y los afanes de lucro exagerados es poniendo a disposición del pueblo los alimentos de primera necesidad con la menor intermediación posible, abriendo bocas de expendio donde los productores puedan ofrecer directamente a los consumidores los artículos respectivos.
Sabemos que la tarea de implementar este modo de comercialización no es sencilla pero también estamos convencidos que los gobiernos municipales pueden desempeñar un importante papel en este intento de aliviar la situación de los vecinos en general evitando los abusos por parte de los grandes establecimientos comerciales que, con tal de obtener ganancias desmesuradas, especulan de mil maneras diferentes sin importarles el sufrimiento que padecen los hogares de los trabajadores y todas aquellas personas que aún no han
alcanzado la posibilidad de una vida digna.
Es en esta línea de pensamiento que ante la gravedad de la situación padecida por la mayoría de nuestro pueblo debido a la insensibilidad de quienes especulan para obtener ganacias millonarias y de paso accionan para desgastar al gobierno nacional, proponemos que en Lanús, mediante los procedimientos legales posibles, se habiliten en diferentes puntos de lnuestra ciudad lugares para que aquellos productores dispuestos a vender sus mercaderías directamente a los vecinos puedan ejercer dicha actividad en las condiciones de higiene y seguridad correspondientes. Por supuesto que esta propuesta, absolutamente realizable pues ya existen ricas experiencias en lo que se refiere a la venta directa de los poductores a los consumidores, vale para todas las ciudades y pueblos del país.
Creemos que esto es posible llevarlo a cabo en la vía pública implementando organizadamente el funcionamiento de ferias como las que existieron en tiempos pasados y aún existen en determinados lugares, o bien mediante la instalación de mercados populares en lugares cerrados que hoy, por distintas razones, estén inactivos sin cumplir ninguna función. Entendemos que todo espacio que no cumpla una función favorable a la comunidad debe ser utilizado atendiendo a la emergencia que debemos afrontar en estos difíciles momentos de la actualidad nacional.
En breve, un conjunto de organizaciones sociales y políticas de Lanús que estamos debatiendo estas ideas las presentaremos a las autoridades locales, cuya sensibilidad por las necesidades populares reconocemos plenamente, a fin de contribuir a la tarea por el abaratamiento del costo de vida que hoy es un serio problema para nuestras familias.