sábado, 4 de enero de 2014

Se fue una imprescindible: Irma Othar

A la distancia recibimos la noticia de su muerte que duele como una puñalada en medio del pecho. Hemos discutido tanto a lo largo de décadas que, tal vez por eso,  pude conocerla profundamente. Y sentirla compañera, amiga y hermana en la militancia más allá de discrepancias menores.
  Irma Othar (foto) vino de Tres Arroyos (donde nació el 16/7/1925) en tiempos duros y amarró por aquí sus sueños e ideales. Personalidad de fibra y coraje que supo, siendo muy jóven empleda doméstica, parar de un cachetazo las pretensiones de algún idiota irrespetuoso que no imaginó la dignidad y el temperamento de una mujer nacida para hacerse respetar en todos los terrenos. En su alma proletaria ardieron siempre llamas de rebeldía y su capacidad militante, demostrada a lo largo de toda una vida, la puso al frente de experiencias que la fueron modelando como cuadro político sindical de gran envergadura. Encabezó emblemáticas luchas siendo delegada en el gremio de la carne como obrera en el viejo frigorífico La Negra de Avellaneda.  Formada en las filas del Partido Comunista de la República Argentina, internacionalista con ansias de aprender y de transmitir conocimientos viajó a varios paìses. Fue diputada nacional y concejal en Lanús. Escribió infinidad de artículos y documentos, publicó libros, dio conferencias y se distinguió como oradora incisiva; dueña de un discurso claro, contundente y sin concesiones. Dirigente de consulta obligada activó en la Central de Trabajadores Argentinos siendo un ejemplo de coherencia  y fe revolucionaria. Interpretó el valor del peronismo como movimiento nacional y popular de masas y sin perder su identidad política adhirió al proyecto peronista kirchnerista iniciado en el año  2003. Tuve el privilegio de compartir con ella y otros militantes destacados  una distinción que nos otorgó nuestro gobierno municipal de Lanús. En esa oportunidad, ocurrida a mediados de diciembre pasado, pude estrecharla en  el que, al final,  fue nuestro último abrazo.
El campo popular pierde a una de nuestras imprescindibles. Irma vivió una vida fecunda al servicio de las luchas por la elevación de nuestro pueblo y ha sido - seguirá siendo- una referencia obligada para nosotros y para las nuevas generaciones. Su muerte deja un vacío impresionante. Nos duele. Nos lastima. Pero de pie, con la firmeza y entereza que merece la recordamos, aplaudimos y abrazamos convencidos de que el futuro de la humanidad se realizará en torno a las ideas transformadoras por las que luchó incansablemente. Descansá en paz compañera Irma. Cumpliste, no le debés nada a la vida. Hiciste demasiado.
                                                                                                                        Omar Dalponte