por Marta Santos
El concejal radical Emiliano Bursese no contesta, no quiere hablar “de eso”. Escudado tras la frase: “Todo es una interna del partido”, que tan bien saben usar los políticos cuando no tienen argumentos, impone condiciones a la hora de concederme una entrevista.“Eso” de lo que no quiere hablar lo forman dos empleados municipales de los cuales se sospecha que hace más de veinte años que cobrarían sin trabajar y que nuestro colega Rubén Arcolía pidió en los Tribunales de Lomas de Zamora que investigue la Justicia. Son radicales y por lo menos uno debería laborar en el HCD, a la par de aquellos que desempeñan su tarea diariamente.
Existe, entre los modos de pagar favores políticos, uno por todos conocido que es el de “estar en comisión”. Ello significa que el personaje que no trabaja figura en los papeles como asignado a alguna tarea que nunca realizó ni realizará, en una oficina donde nadie siquiera lo conoce o haciendo algo para algún funcionario (en este caso un concejal) que lo tendría a su cargo, desempeñando tareas que en realidad no existen.
Tal vez no sea éste el caso pero frente a la requisitoria Bursese no habla. En un primer momento ensayó algunas excusas que se contradecían entre sí, siempre en voz baja y sin grabador ni micrófono delante. Y entre esas argumentaciones, vertió excusas como “se fijan en los radicales y Pallares (José Luis, senador provincial, ex presidente del HCD) tiene muchísimos ñoquis”. O: “Los recibos de sueldo que ustedes tienen son falsificados”. Y la posterior: “Los últimos dos años los tuve yo en comisión y antes los tuvo Folino (Carlos, ex concejal)”.
Bursese no quiere entrevista con grabador mediante ni al aire en la radio, salvo que me comprometa a no preguntarle nada sobre “eso”. Es obvio que no sabe para qué estamos los periodistas o tiene una visión muy equivocada de nuestro trabajo. Aclaremos, concejal: Estamos para inquirir sobre las irregularidades que detectamos, es nuestro trabajo preguntar y pedir explicaciones, hasta el último detalle, y solicitar las pruebas. Y la obligación de un
funcionario público es contestar las preguntas, pues deben transparentar su accionar frente al ciudadano que, lo haya votado o no, es el que recibe el resultado de su accionar. No es nuestra función difundir solamente lo que uds. quieran hacer conocer sino señalar lo que se está haciendo mal, dejando el margen para la réplica o las explicaciones. Indicarnos lo contrario es una falta de respeto hacia nosotros y nuestra tarea.
Pero lo más grave es que los silencios de Bursese sobre “eso” lo eximen de dar otras respuestas a preguntas que se abren después de sus casi susurradas excusas, a saber:
1- Ya que tiene conocimiento que el senador Pallares tiene “ñoquis” en el municipio, debería dar nombres y hacer la denuncia donde corresponde: en la justicia. ¿Lo hizo?
2- Si tiene conocimiento que hay recibos de sueldo falsificados entregados por el Ejecutivo a través de las oficinas correspondientes también debe hacer la denuncia a la justicia. Bursese es abogado y sabe bien lo que constituye un delito. ¿Lo hizo?
3- El concejal indicó que antes que él, las personas cuestionadas “las tenía Folino” en comisión. Consulté a Carlos Folino, cuyo cargo como edil concluyó el 9 de diciembre de 2013 y su respuesta fue terminante: “De ningún modo -indicó-. Que me muestren algún papel que yo haya firmado haciéndome cargo de esa persona en comisión”. Porque parece que cuando es así debe quedar documentado para quién e trabaja en comisión.
O sea que le debe quedar claro a Emiliano Bursese que muy poco me importa su interna partidaria, en caso que lo sea. Lo que pretendo es que conteste estas preguntas ya que, por cada persona que cobra sin trabajar, hay muchos que sí lo hacen y no perciben lo que les corresponde o ese dinero que pudo haberse ido alegremente al bolsillo del holgazán (¿durante más de veinte años?) falta en otro lado. Vale recordar que en 2012 no alcanzó el presupuesto del HCD para pagar a sus empleados.
El edil tal vez piense, al mejor estilo kirchnerista, que si no habla el tema se va a olvidar. Algunos vecinos y algunos periodistas, señor concejal, no lo olvidarán.