Aunque parezca increíble, por orden directa del jefe de policía, Hugo Matzkin, el jefe departamental de Lanús, Fabián Perroni (foto) y el jefe distrital de Avellaneda, Manuel Canosa, tuvieron que encabezar una nutrida custodia policial que acompañó a las barras bravas de Racing y de Independiente, desde Avellaneda a Mardel Plata, cuando se jugó el clásico el lunes pasado.
A pesar de que todo el mundo -el gobierno nacional incluido- pone el grito en el cielo por la cantidad de efectivos policiales que se sacó del GBA para mandarlo a la costa, y a pesar de que Avellaneda está conmovida por los asesinatos del gendarme y del colectivero, ocurridos durante el fin de semana pasado, el gobierno provincial sacó más efectivos para custodiar barrabravas y al frente de la comitiva puso a los dos mayores jefes del distrito.