sábado, 7 de diciembre de 2013

Tres partidos, por dos estrellas y una gran ilusión

por Marcelo Calvente

marcelocalvente@gmail.com

  Mientras Lanús está definiendo con el Ponte Preta la Copa Sudamericana, sus tres rivales en la definición por el Torneo Inicial descansan y esperan la última fecha: San Lorenzo tiene 32 puntos y se enfrentará con Vélez (30) en Liniers. Newell’s (30) recibe a Lanús con igual puntaje. Mientras el resto de la fecha se inicia hoy, estos dos partidos definitorios se disputarán el próximo domingo 18 de enero. ¿Cómo llegará cada uno de los protagonistas de esta definición?
Vélez había tenido un arranque irregular, en la sexta fecha dio la nota al ganarle claramente a Newell’s por 3 a 0, pero en la siguiente perdió por el mismo marcador en Córdoba, ante Belgrano. Después de esta caída recompuso sus líneas por la Copa, venciendo al ignoto rival que le tocó en octavos, La Equidad de Bogotá, uno de esos emprendimientos privados raros y sin historia. En la 8ª aplastó de local a Rafaela (4-1). La 9ª fue pálido empate en cero en La Plata con el Pincha. Luego de la 10ª fecha, cuando jugó de nuevo en La Plata pero esta vez perdió con Gimnasia (2-1), había ganado 3 partidos, con  4 empates y 3 derrotas, por entonces su objetivo mayor la competencia internacional: En el medio había clasificado a cuartos venciendo de local y por el mismo marcador (2-1) a la compañía de seguros
colombiana.. Por la 11º tenía la chance de volver al triunfo contra Olimpo en Liniers, Gareca puso titulares porque faltaban tres semanas para el choque copero por cuartos con el Ponte Preta en Brasil, pero el equipo bahiense le ganó merecidamente por 2 a 1. Tenía 13 puntos y se quedaba atrás. En la fecha 12ª le ganó al que todos le ganaron, ajustado 1-0 a Racing en Avellaneda, antes de viajar superó de local a Argentinos por la 13ª, y de nuevo amagaba prenderse. De Brasil se trajo un empate auspicioso. Tres días después empató en cero en Quilmes, y el 7 de noviembre todo se desmoronó para Vélez: Perdió de local con el Ponte Preta y quedó eliminado de la Sudamericana. Tres días después, con titulares de aspecto cansado y desmotivado, mientras se hacía publico veladamente el seguro alejamiento de Gareca al concluir el torneo, igualó en cero con River en Liniers, quedaba con 21 puntos, lejos del puntero Newell’s,  y parecía afuera de todo. 
Newell’s venía en coche hasta la fecha 12: Había ganado consecutivamente los últimos cinco compromisos y era puntero absoluto con 26 unidades. Visitaba a Central, quien le ganó contra todos los pronósticos y con ese triunfo revivió, en tanto Newell’s iniciaba su crisis futbolística  De ahí hasta hoy no volvió a ganar, y de 18 puntos posibles apenas sumó 4, producto de igual número de empates, siendo derrotado por Tigre y All Boys en sus respectivos escenarios. Da la sensación que no es sólo cansancio, también han decrecido muchos rendimientos individuales y también padeció bajas importantes por lesión: Ya se sentían afuera y lo habían asimilado sin demasiado drama, son los últimos campeones y tienen crédito. Sus jugadores planificaban sus vacaciones, cuando la serie de empates de los demás del final  y lo caprichos del fixture lo subieron a esta increíble final de cuatro aspirantes que se enfrentan entre sí. Se las tendrá que ver de local ante el mejor equipo, Lanús, que de los últimos 21 puntos posibles sumó 17 y llega con un invicto de siete fechas, más tres por la Copa, y tal vez celebrando una consagración internacional que tiene servida. 
San Lorenzo fue irregular desde un principio, cuando a falta de buenas performances de River y Boca pasó a ser el candidato de la prensa, siempre reverente ante el poder de Francisco y Marcelo. Pero nunca se terminó de acomodar futbolísticamente hablando. Perdió la misma cantidad que los tres que siguen con vida -cuatro partidos- pero ganó uno más y empató uno menos que Lanús, Vélez y Newell’s, por eso tiene 32 puntos y si gana es campeón. Había arrancado con dos victorias –ante Olimpo y el pobre Racing- pero fue goleado en el Bajo Flores por Argentinos (0-3) y en Quilmes (3-2). Agarró en plena crisis a River y a Central y les ganó de manera ajustada y con fallos polémicos a favor, pero se desinfló empatando de local con Godoy Cruz. Se aprovechó de Colón en Santa Fe por la fecha 8ª con un claro 0-2, y de Gimnasia en el Nuevo Gasómetro (3-0) por la 9ª, con una actuación que encendió elogios que se revelarían exagerados dos fechas después, al empatar en 0 con Tigre por la 10ª y perder con Arsenal en el viaducto por la fecha 11ª, el mismo que le había ganado poco antes y de manera contundente la final por la Copa Argentina por 3 a 0. Por la 12ª y la 14ª fecha, ambas de local, le ganó  a All Boys y Boca, pero en el medio perdió un partido clave con Lanús en La Fortaleza. Luego empató con Newell’s, le ganó de local a Belgrano, empató con ayuda en Rafaela y no pudo dar la tan promocionada vuelta olímpica en la última jornada, cuando empató en su cancha sin pena ni gloria con el Pincha. De los últimos veintiuno, de la 12ª a la 18ª fecha, sumó solo 12 puntos producto de 3 victorias y 3 empates, y la derrota ante Lanús: Para San Lorenzo fue una gran frustración el empate ante el Pincha, fueron preparados para ganar y dar la vuelta olímpica y se conformaron con un cero deslucido y pobre. Ahora deben revalidar la punta y consagrarse ante el empinado Vélez que lo espera con cuentas viejas y dientes afilados.
Los cuatro eran candidatos al comienzo del torneo, y los cuatro tuvieron su tiempo de bonanza y de malaria. La buena a la Lepra le duró hasta toparse con Central, lo que siguió fue una abrupta pérdida de confianza y de puntos. San Lorenzo siempre fue irregular, sus dos primeros golpes fuertes lo sufrió con Arsenal,  por la Copa Argentina y por la fecha 11ª, En la 13ª perdió un partido clave con Lanús y en las fechas 15ª, 17ª y 18ª cosechó sendos empates ante Newell’s, Rafaela y el Pincha, con una victoria ante Belgrano por la 16ª de ilusión efímera. Vélez revivió al final con tres victorias consecutivas: Le ganó a Central y a Colón de visitante y en el medio a Godoy Cruz de local. Llega mejor que su rival San Lorenzo pero no le faltan dudas ni problemas que resolver. 
Lanús tuvo su tiempo de oscuridad entre la fecha 10 y la 12, cayendo con River y Godoy Cruz de local, y en el medio con Central en Arroyito. Por entonces ya no se hablaba del Torneo Inicial. Pero encadenó cinco victorias al hilo: Colón, Tigre y All Boys afuera, San Lorenzo y Arsenal en La Fortaleza y se volvió a prender. Podría haberse consagrado campeón si no lo hubieran hecho jugar contra Gimnasia por la fecha 17ª con 35 grados de calor a las 5 de la tarde y recién bajado del avión que lo trajo de Paraguay, o si no lo hubieran bombeado descaradamente ante Boca, al que bailó con los pibes en el primer tiempo pero se tuvo que conformar con un empate al quedar con dos hombres menos por el implacable  -por lo perjudicial- arbitraje de Diego Ceballos. Todos lo saben: Lanús es el que llega mejor, y antes de enfrentar a Newell’s deberá definir la final de la Copa en La Fortaleza. De levantar el trofeo internacional encarará sin presiones y con el ánimo bien arriba el segundo objetivo como una especie de yapa, mientras sus rivales serán vistos por la lupa siempre exigente y punzante de los hinchas propios, que no tienen demasiada paciencia como para aceptar una nueva postergación de fiesta. San Lorenzo, Vélez y Newell’s juegan por un título de campeón contra el destino de fracaso de una campaña trunca, mientras el grana afronta tres partidos por dos estrellas y la gloria.