por Lisandro Martínez*
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En un muro de entrada al Municipio de Lanús ubicado en Av. Hipólito Yrigoyen, los punterazos responsables de la política municipal para lavarse la cara frente a la descomposición social, la destrucción educativa y la intoxicación masiva de drogas instalada en las barriadas y también en los countries, pintaron “Si te maltratan decí Basta”.
El cinismo está presente apenas se intenta la comunicación con Coordinación de Políticas de Género y Diversidad Sexual; entre las 19 horas y las 9 del día siguiente no se puede ya que no hay atención y directamente no hay respuesta durante 24 horas los domingos. Durante esas 14 horas de lunes a viernes no puede producirse ninguna crisis de maltrato o discriminación y los domingos tampoco.
¿No desnuda esto el carácter oportunista y demagógico del municipio?
La política municipal no es clausurar prostíbulos y esto conlleva a la trata de mujeres que va acompañada por maltrato.
El abuso, la discriminación y el acoso no sólo tienen como escenario el ámbito de la pareja sino que, como lógica impuesta, involucran ¡y como! a las relaciones laborales de tipo cuartelera que se padecen por la explotación del trabajo humano. Esta tendencia a la barbarie es más descarnada en las Municipalidades, reservorios donde mandan y se reproducen los punteros políticos.
Un primer examen del manejo arbitrario del Municipio de Lanús es el carácter secreto y reservado del Presupuesto -que dicen- es público pero no lo conocen ni los Concejales. Nadie
sabe cual es el plantel de personal estable o contratado.
En el despotismo, hablar de que se cubran vacantes de planta por contratados es ingenuo, se parte de una norma no escrita acordada por el Ejecutivo y el Sindicato para avisar de la vacante (fallecimiento, enfermedad o jubilación). No hay concurso, las vacantes se cubren con el mismo presupuesto, nunca hay incremento presupuestario. Sí para la incorporación de nuevos ñoquis.
Los ingresos a planta se hacen sin criterio y por recomendaciones personales, parentales y políticas, la Carrera no existe y el examen de habilidades para la tarea no importa. Así, el trabajador ya instalado que aspira a progresar por sus conocimientos de una u otra forma siempre es prisionero de la telaraña de favores. Esta falta de transparencia frente a los trabajadores estables señala violentamente el manoseo al empleado con antigüedad y coloca de allí en más al ingresante bajo la presión del concepto mafioso del pago de favores.
Este proceder del que se sirven en general las mafias instaladas alumbra siempre porquerías, escándalos y abusos de poder, por ser una metodología que impide cualquier seguimiento que eche luz sobre habilidades y conocimientos de los postulantes y tallan de allí en más acosos de todo tipo, político, laboral o sexual. En la Argentina capitalista, ésta es la política número uno de los punteros ya que permite al poder político su reproducción permanente, en los términos de garantizar relaciones malsanas.
El achique es permanente; a los profesionales de Planta se les quita toda tarea y las mismas las hacen otros profesionales tercerizados y monotributistas. Los empleados de Planta cobran parte de su sueldo en negro, violando el Intendente las leyes laborales. Esto coloca al Sindicato que no lo denuncia y al MTSS de PBA como cómplices del delito.
El 6/12/2013 se celebró el Dia del Trabajador Municipal y hubo situaciones y declaraciones que desnudan la desprotección absoluta de los laburantes.
1) La patronal (Darío y sus funcionarios) festejaron junto a los laburantes la conciliación de intereses entre explotadores y explotados. 2) El Ministro de Trabajo de PBA, Oscar Cuartango, señaló exultante “que era envidiable la unión entre el Sindicato de Municipales de Pedhelez y el Intendente Díaz Pérez”. 3) Darío se despachó públicamente refiriéndose a Pedhelez como “mi amigo y compañero”. Hacía rato, comentaron los compañeros, “no veíamos una comunión de intereses contrapuestos más descabellada y con menos perspectiva futura”.
Sin diferencias Massa adelantó que en Lanús hay mucho personal, así la administración “renovadora” vendría con su legión de ñoquis y los costos los pagaría el personal de Planta.
El caso testigo de la empleada administrativa de la Dirección General de Economía Social, Elizabeth Novoa quien ingresó en 1998, es en detalle un fresco de los acuerdos a espaldas a los trabajadores.
Elizabeth con la categoría 22 llegó a ser Secretaria privada de Karina Nazabal en marzo de 2009. En noviembre de 2010 planteó diferencias políticas y de gestión a los responsables del Ejecutivo Municipal y quedó sin función dentro del área. No le asignaron tarea. En agosto de 2011 se presentó como candidata a Intendente con la lista del PJ de Mario Ischi.
El 4/9/2013 la Jefa administrativa del área, por orden de la Directora General de Economía Social Laura Álvarez, da la directiva de que Elizabeth se presente en la Dirección General de Personal; allí le comunican que no trabaja más en Economía Social, y que pasaría a otra sección. Sin explicar los motivos, el Subdirector de Personal intentó que compulsivamente firmara la conformidad del traslado.
El Sindicato presentó una denuncia por violación del convenio al MTSS, hubo 6 audiencias. En ninguna de ellas los representantes legales justificaron el pase. El único argumento fue “la reestructuración del área”. Pedhelez señaló “así justificaba la dictadura militar el disciplinamiento laboral”.
El argumento reestructurativo se cae a pedazos cuando trasladan a la empleada más antigua quien se acaba de recibir de “Licenciada en Trabajo Social”, precisamente un personal idóneo que necesita esa Dirección.
La enérgica acción de delegados de base hizo que Pedhelez se comprometiera en “Ir a fondo” con la presentación administrativa en el MTSS que no arrojó avances.
La persecución política a la compañera hizo que el Cuerpo de Delegados emitiera una resolución de apoyo irrestricto para que Elizabeth continúe en la Sección. Las palabras de Cuartango festejando el entendimiento entre el Sindicato y el Patrón deben ser rechazadas, no debe haber acuerdos a espaldas de los trabajadores.
Las libertades públicas, políticas y sindicales dentro de los municipios únicamente pueden garantizarlas los trabajadores, organizados en forma independiente de la fracción de punteros que dirige el Municipio.
(*) Del PO
