Páginas

domingo, 1 de diciembre de 2013

Descomposición del régimen: fuerzas de choque y negocios

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

  El deporte es un trampolín político. Desde hace 40 años cada club de fútbol en Argentina tiene un “administrador responsable” que arbitra entre barras, a las que hace funcionar a alcohol y falopa para con ese grupo de choque ocupar espacios políticos. La descomposición social que estos manejos produjeron hizo que el “porongaje” montara negocios, acordados con altos mandos policiales, la AFA y funcionarios gubernamentales. Ejemplo: Hinchadas Unidas Argentinas. 
El 29/6/2013, en la investigación por lavado de dinero, Oyarbide allanó Boca, Estudiantes, Newell’s, Independiente, Vélez, Chacarita y River y el Banco Central dispuso suspender por 30 días a la Financiera de la AFA, “Alhec”, cuyo menú de servicios ofrece “compra y venta de monedas extranjeras, transferencias de fondos, compra de cheques en monedas extranjeras, compra y asesoramiento para financiación de operaciones de comercio exterior”. “Alhec” tiene oficinas en Paraguay 600 y en Puerto Madero. Carlos Rivera, su presidente, fue acusado de montar una mesa de dinero con las transferencias de futbolistas al exterior (Infobae 27/9/2013). Finalmente todos los imputados fueron sobreseidos por la Cámara Federal de Apelaciones (www.minutouno.com 30/10/2013)
    Esto coloca la lupa sobre “Futbol para todos” donde los torneos carecen de importancia y da igual su trámite. ¿Es uno de los lavaderos cuyo “corazón” es transferir jugadores triangulando con Uruguay, Chile, etcétera? 
¿No son llamativas las transferencias a ignotos países donde futbolistas como Hauche van al banco de suplentes un par de meses y retornan al país, para volver a jugar en sus equipos? 
   Se habla mucho de los “bárbaros de la barra” pero la actividad ilícita está armada por
quienes visten trajes Armani, uniformes con gorra y togas: ellos son quienes garantizan continuidad e impunidad. Así “los porongas” tienen cierta autonomía y llegan al negocio de las divisas. El 29/8/2013 el histriónico Moreno para garantizar el “Cepo” clausuró varias cuevas de dinero y en un edificio del centro de la ciudad encontró a La 12 controlando a cien arbolitos que vocean “cambio, cambio” en la calle Florida. Aliviando la angustia de los jefes de La 12, Oyarbide dijo que no pudo comprobar nada. 
Los “jefes de barras” muerden del curro de las transferencias y los clubes por la triangulación tienen el grueso del dinero en negro en paraísos fiscales, hay denuncias que “la mosca” Granate está en una cuenta en Suiza.     
   Nicolás Russo declaró ante la justicia: “Hace 30 años soy dirigente del Club Lanús”. Russo compareció ante el Tribunal Oral Criminal Nº5 de Lomas de Zamora por la causa seguida contra Ariel Adrián Cárdenas (Nº2 de la “barra” de Lanús) por homicidio calificado contra Carlos Daniel Sosa, con el concurso premeditado de dos o  más personas extendido a tentativa de homicidio sobre otros cinco simpatizantes también de Lanús: Walter Zárate, Mario David Facundo Zaracho, Ramiro Fernández, Axel Javier Villalba y Leandro Mario Borda. El hecho sucedió frente al estadio del club Lanús el 26/5/2012, en la intersección de las calles Guidi y Arias. 
De las investigaciones judiciales se desprende que fue un clásico operativo de barrabravas con zona liberada por la policía (Co.Pro.Se.De), quienes debían vigilarlos y nunca detuvieron a los tiradores. La detención de los asesinos fue obra de otros policías a 10 cuadras de Villa Sapito. El hecho fue un calco de la Emboscada de Barracas cuya motivación fue defender la continuidad de la malversación de los subsidios públicos. En el caso de Lanús, el móvil fue dirimir qué sector de “porongas” se hacía del control de la venta de por lo menos 500 entradas que se sospecha Russo dio a los violentos. 
  Pero la similitud del “modus operandis” entre ambos episodios está dictado por el prolijo armado del “teatro de operaciones” que incluyó que la cámara de Guidi y Arias no funcionara. En su declaración testimonial el policía Daniel Aníbal Nievas señaló que minutos antes de que dispararan contra la multitud “un civil que yo no conocía desplazó unos metros hacia la calle Madariaga el puesto de chorizos que estaba siempre emplazado en el mismo lugar”. 
Diego Goncebate, alias “Fanfi”, Nº1 de la hinchada de Lanús que viajó a Sudáfrica en 2010 como uno de los jefes de Hinchadas Argentinas, testimonió “comentaban que gente de Villa Sapito daba vueltas en auto por la zona y yo mismo dí aviso a un tal Carmelo, integrante del Co.Pro.Se.De”.  
El ataque fue a las 16 y “desde las 14.48 los vecinos denunciaron al 911 la presencia de sospechosos con gorras, camperas y armas en mano, a metros de la cancha”. Ningún aviso tuvo respuesta policial.
La testigo Karen Pérez dijo que “el grupo de donde se tiraba eran 20”. 
Se utilizaron varias armas y se incautaron sólo tres: un “Smith & Wesson” calibre 38, una 22 “Bersa” y una “Bersa Thunder” 9mm. 
A fs 880 el TOC Nº5 recomendó al Municipio de Lanús tome medidas para reparar la cámara ubicada en Guidi y Arias que se descompuso a la hora del crimen.
Russo no pudo zafar. María del Carmen Mora presidenta del TOC Nº5 señaló: “quedó al desnudo la existencia de un negocio significativo con la venta de entradas”. Russo al ser interrogado dijo: “No le he entregado a la hinchada entradas de protocolo”, pero cuando se allanó la casa de Cárdenas fueron secuestradas entradas a platea.
Russo dijo que él promovió un encuentro con Mirta, madre del asesinado Sosa. La Presidenta del Tribunal lo desmintió: Mirta se entrevistó con Russo tres meses después del asesinato y por una gestión de Díaz Pérez.
El desinterés de Russo resultó sospechoso para el TOC Nº5 ya que “negó conocer la relación de los violentos con la policía”; “no pasó desapercibido a los miembros del Tribunal que (Russo) no se enteró quienes fueron los heridos”.  
En la campaña electoral 2013 Russo, reforzando sus lazos, adoptó como custodios en sus recorridas al “Fanfi, el “Tonga” y a “Pan duro”, cabezas de la “barra” mencionados  en la causa, por lo que se descuenta que el electo concejal de Massa no va a desentonar en un bloque donde hay elementos residuales de la Triple A. 
El régimen político está montado sobre una gigantesca torta de actividades delictivas que reemplazan a la producción.
¡Que se abran los libros del Club Lanús!
Los planteos sobre seguridad de Cristina, Massa y Binner no resisten el detector de mentiras. Para acabar con el crimen organizado: Control vecinal de los libros de las comisarías. Elección directa y revocación de comisarios y jueces. 
     (*) Del Partido Obrero