sábado, 7 de diciembre de 2013

De fiesta de la democracia a batahola entre bandas

por Rubén Massobrio*

   Ambiente denso, cargado de tensión. Desde temprano sobresalían en cánticos y gestos un sentido de confrontación entre las barras,  que los distintos sectores políticos arrimaron a la jura de los nuevos concejales.
En un mínimo de segundo, corridas, palazos, gritos y hasta arrebatos. Dos sectores identificados: uno de La Cámpora, el otro Raíz Social, se desparramaron por el estacionamiento del deliberativo golpeando y empujando todo lo que se ponía en su paso.
Varios compañeros, fueron víctimas del violento enfrentamiento. Una de ellas militante del Frente Renovador terminó en el oculista con una úlcera en un ojo: Alejandra Caputto. Queda como testimonio de la lamentable y triste imagen. Las barras sólo suman más sectarismo y sórdida pelea por espacios de poder. Que pretenden retener con plata y violencia, lo que les fue negado en las urnas.
En medio una de tantas contradicciones que enturbian y despojan de legitimidad  la representación de los concejales de los vecinos de Lanús.
Alguna de ellas son verdaderamente un testimonio de opereta política.
¡Un modelo de concejal!
El edil Cristian Bosio afirmó sin ponerse colorado que él no tiene compromisos políticos con el intendente de Lanús. Recordando que Bosio es parte del Frente Renovador.
Lo curioso es que días atrás también sin ponerse colorado dijo exactamente lo contrario.

¿Cuál es la verdad? La verdad es que junto a otros concejales renovadores votó a favor de convalidar los súper poderes del intendente Darío Díaz Pérez. Además de comprometer su voto afirmativo con la Ordenanza Fiscal Impositiva y el resto del presupuesto 2014.
La verdad es que siempre ha votado a favor del ejecutivo municipal.
¿Vale la palabra connivencia ó complicidad política? De Renovacion nada. de peronismo menos. total Cristian es de los que dicen que los peronistas son solo dinosaurios.
Lo concreto que Lanús atraviesa una de las decadencias más oprobiosas y descalificantes de su historia. La gestión más decadente. Sostenida por el oficialismo y sus empleados, por supuesto, no por los respetables trabajadores municipales, sino por los que votan a espaldas del pueblo.
    (*) Titular del Frente Renovador Peronista