La fuente le cuenta a La Defensa que ya está en marcha un pacto por el cual el kirchnerismo intentaría sobrevevir en Lanús a pesar del desprestigiado Darío Diaz Perez. Así las cosas, éste último estaría dispuesto a que su sucesor fuera Julián Alvarez, a cambio de: una banca legislativa y vista gorda judicial para las barrabasadas que cometió el actual intendente durante su mandato.
Dice la fuente que durante una reunión en el despacho intendencial, el anfitrión le dijo a Alvarez: —Si querés ser intendente, lo tenés que cepillar a Russo-. Omar López y Alejandro Marón -los otros participantes de la charla- asintieron enfervorizadamente.
En ese sentido, dicen, el primer acto del operativo “cepillo”, fue la divulgación de la decisión judicial de investigar a Russo por posible falso testimonio, en el caso de la muerte del barrabrava Diego Sosa. El informe llegó a las pocas horas de producido, a las redacciones de La Defensa y Olé, que lo publicaron. Y más tarde, el relato con pelos y señales salió en el diario K, Tiempo Argentino. Por ejemplo, publica ese libelo: “En la jornada previa a los alegatos, el juez Pedro Pianta, integrante del Tribunal en lo Criminal N° 5 de Lomas de Zamora, no lo soportó más. —Usted sabe que esto no es una charla de café y que voy a escribir todo lo que me dice, ¿no?-. Nicolás Russo –flamante concejal electo por el Frente
Renovador y testigo citado para contar lo que sabía sobre el crimen del joven Diego Sosa– asintió sin abandonar la postura del desdén. Después volvió a eso de negar todo”.
—Para acceder a tal nivel de información, hay que tener mucha cuña en los Tribunales de Lomas de Zamora. Hay que ser por ejemplo, subsecretario de Justicia- le dice la fuente a La Defensa.
El otro episodio, fue un intento de usar a La Defensa para “cepillar” a Russo. Este medio recibió un e-mail en el que una supuesta vecina lanusense se indignaba porque Russo había ido a Bolivia -donde se halla presidiendo a la selacción sub 15- acompañado por una compañera política. Rápidamente La Defensa se comunicó con la presona aludida, comprobó que ella estaba en Lanús, y se desmoronó una patraña contra Russo y contra este medio. Pero los mugrientos no vacilaron hasta en hacerle llegar el e-mail a una de las nenas de Russo.
La guerra sucia contra Russo ya está declarada. Hay que ver si el dirigente de fútbol tiene espaldas para aguantar, ya que no solamente tendrá que verselas con enemigos “externos”...
