por Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.comLo más poderoso son las imágenes que quedan flotando: La hermosa Fortaleza casi colmada, el clima de fiesta, un equipo en la cancha ganando con autoridad y coraje su pase a la final de la Copa Sudamericana 2013, y que no se resigna a conformarse con eso; anuncia dar pelea también por el Inicial. Un equipo que está en su mejor momento, que sugiere tener potencial para dar otro salto de nivel, tratando de sumar una conquista internacional y otra local en simultáneo, que tiene por delante el primer semestre del 2014 en el que jugará la Copa Libertadores como gran animador, la ruta que lleva al Mundial de Clubes Campeones, la máxima meta que un club puede alcanzar. Con balance superavitario mientras el resto naufraga entre deudas y conflictos, Lanús representará al fútbol argentino en la final ante el Ponte Preta de Brasil, y justamente la entidad que nuclea a los responsables de manejar los clubes de nuestro país, la AFA, linda runfla, tiene el tupé de perjudicar descaradamente a su miembro modelo.
¿Cómo es posible que una entidad madre cometa semejante injusticia con uno de sus clubes asociados? El caballo del comisario, es sabido, es el equipo de Tinelli. Tengo un amigo que sospecha que Julio Grondona le está muy agradecido por haberle salvado a San Lorenzo. Mi amigo dice que la AFA piensa que el arribo de millonarios a las conducciones de los clubes,
sin privatización mediante, por vía democrática, es una manera de ahorrar dinero de sus propias arcas. Conciente de que el andar granate puede resultar incontenible, la AFA supone que Boca no será obstáculo, en tanto no está segura de que Estudiantes resulte un rival sencillo. Se sabe de antemano que Liniers en la última fecha puede ser un escenario complicado para San Lorenzo y temen que Lanús imponga superioridad en Rosario ante Newell’s, con los mismos argumentos que vienen sosteniendo su seguidilla de victorias. En la AFA saben de esto, y por eso vienen tratando de pararlo desde hace bastante. Desde cuando Lanús eliminó a River y quedó como único equipo argentino en competencia, la AFA dictaminó contra lo que indica el reglamento, que cualquiera sea el equipo que dispute la final de Copa Sudamericana (es decir Lanús), por cuestiones de agenda no podrá postergar su partido por la última fecha del Inicial. No conformes con eso, cuando observaron que pese a la falta de descanso Lanús seguía ganando en los dos frentes, lo bajaron del avión que lo traía de Paraguay y lo pusieron ante Gimnasia a las 17:00 horas de un domingo infernal. Fue demasiado, en el trayecto del Nazareno al Gólgota, el empate ante Gimnasia fue una dolorosa caída …
Pero ocurre que en esa misma 17ª fecha Newell‘s y Arsenal empataron entre sí, y San Lorenzo también igualó en Rafaela, donde luego de ir cayendo por 2 lo empató cerca del final con dos goles de Piatti, el primero con pase del árbitro Delfino, ya que premió con un tiro libre en la puerta del área lo que era segunda amarilla para el zambullido ante sus narices Ignacio Piatti e indirecto para el equipo local. Después de toso los empates, las imágenes de la victoria granate ante Libertad serán las que llevarán en la cabeza los protagonistas y simpatizantes de San Lorenzo el domingo cuando enfrenten a Estudiantes, porque saben que si no ganan se les complica seguro.
Por eso diseñaron otro golpe a las chances de Lanús: Estaba establecido que el Grana cerraría el domingo a las 21:15 horas, después de 6,7, 8, sabiendo los resultados del sábado -Arsenal-Belgrano a las 19:00 y All-Boys-Newell’s desde las 20:20- y del choque entre San Lorenzo y Estudiantes a disputarse a las 17:30 de ese mismo domingo. Sin embargo el lunes feriado, como si tal cosa, los periodistas anunciaron que Lanús-Boca se adelanta para las 18:15, es decir, mientras el partido de San Lorenzo aún se está disputando. De esta manera los dirigentes del fútbol argentino acuerdan una medida que favorece al rival de Lanús por la Sudamericana, el Ponte Preta, ya que al privarlo de conocer el resultado del Ciclón le impiden especular con la formación a presentar ante los de Bianchi. Argumentan sin sonrojarse que la medida obedece a que San Lorenzo pueda celebrar en la cancha si por una de esas casualidades sale campeón, evitando un festejo trunco que se extienda a Liniers siete días después, ante la prohibición de asistir del público visitante. Exhausto y sacrificado, Lanús avanza a los tumbos cargando los maderos de su condena rumbo a la gloria, mientras sus hermanos lo azotan a su paso.
Lanús está a cuatro partidos de la hazaña doble, cosecha nunca lograda por un equipo argentino. En condiciones normales no sería extraño que supere en la final a ida y vuelta al Ponte Preta, ya que parece ser más equipo y enfrentó rivales más complicados que el representativo de Campinhas. Como tampoco lo sería vencer a Boca y Newell’s. Pero los golpes arteros de sus pares, convirtiendo su marcha en un calvario, condenan de antemano a Lanús a hacer historia cargando con la Cruz de su cansancio a cuestas. Y la historia dirá que fue un club muy humilde y sufrido que por los años setenta se fue a la “C”, que con el esfuerzo de sus socios resucitó de sus cenizas y empezó a crecer, y que así -por decantación decía su Apóstol Ramón- finalmente se consagró como un grande entre los grandes y se quedó con los dos títulos. Y los ateos gritarán:¡Mentira!