por Alicia Lopresto*
Luego de ver y analizar en profundidad, la nota publicada en La Defensa por el doctor Felix Wull días atrás, llegué a la conclusión que todo el tiempo invertido en conseguir la normalización de la entrega de oncodrogas, ello fue una total pérdida de tiempo. Tiempo valioso para mi y para todas las personas que ambicionamos metas muy dificiles de alcanzar. En esta nota sólo pudimos ver estadísticas, agresiones, y un menoscabo a nuestra labor. Palabras que al final solo sirvieron para llenar un espacio en blanco.Absolutamente nada de eso soluciona alguno de los tantos problemas existentes, no dudamos de la buena fe del doctor Wull y de las personas que con el están , pero somos conscientes que los hechos superan cualquier palabra,y muy a mi pesar sólo puedo rescatar frases hechas pensadas para confundir la labor de aquellos que queremos aportar verdaderas soluciones.
Todo nuestro esfuerzo puesto en pos del prójimo, con el único fin de mejorar en la medida que sea posible las necesidades básicas que cualquier ser humano de nuestro planeta merece tener, son menoscabadas, bastardeadas y minimizadas por alguién que subido no sé por que razón, a su enorme ego que lo eleva por sobre todos nosotros y lo hace sentir con el derecho de señalarnos con su dedo inmaculado y evaluar de forma arbitraria aquello que nosotros, personajes menores de historietas pretendemos llevar adelante.
A nosotros nuestro ego no nos permite elevarnos a su altura, decidimos tener los pies en el
suelo, a la misma altura de las personas que pretendemos ayudar, proteger, dignificar, sin poreguntar a quién o a quienes responden, sumar nunca restar , esperando como única retribución, la satisfacción de haber logrado nuestro propósito.
Respeto profundamente y apoyo la lucha de cada una de las personas que junto a nosotros viven y sufren los problemas como si fuern suyos, y por vivirlos de esa manera y ante la impotencia de luchar contra la hipocrecía enquistada en el sistema, se sienten superados por su misma indignación tomando decisiones que no hubiesen querido tomar; claro que esto solo sucede en la tierra y en la vida real, en las alturas burocráticas que subyacen a merced de otros intereses la sangre fluye de otra manera.
En fin si luchamos en el barro, nos embarramos de tanto andar nuestro cuerpo se va debilitando, pero sabemos que el alma y nuestro corazón permanecerán intactos, aca en el suelo, cerca de la gente, donde deberían estar todos y no suspendidos en el aire emulando la nada misma .
Los errores sólo los cometen los que hacen y no necesitamos a nadie que nos diga que para ellos es lo correcto o incorrecto, solo necesitamos la aprobación o desaprobación de aquellos que nos necesitan, dejando a la consideración divina a nuestro Dios, fuente de toda razón y justicia y no a palabras vacias llenas de confrontación realizadas detras de un cómodo escritorio
Esperamos que nuestra voz se escuche y si nuestros actos sirven a alguien, nuestra lucha tendrá un sentido.
(*) Participa junto a los pacientes, de los reclamos por oncodrogas