La bronca se desató porque al parecer uno de los dos accidentados estaba con vida y los policías se negarona llevarlo al hospital, aduciendo que el patrullero no puede ser usado como ambulancia.
El domingo a la noche los vecinos se movilizaron a la comisaría y allí, el nuevo jefe departamental, Rubén Perroni, les informó a los padres de los occisos que el caso lo investigaba Asuntos Internos y se comprometió a pedir que se acelere la autopsia para que puedan hacerse con los cuerpos de sus hijos.