por Alejandro Chitrangulo
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una declinación progresiva y mayormente irreversible en la memoria y la cognición. Con una población que envejece rápidamente (se estima que el 30% de la población tendrá 65 años o será mayor de esta edad para el año 2050), las proyecciones dicen que millones de personas desarrollará esta enfermedad debilitante neurológicamente durante las próximas cuatro décadas.Esta enfermedad neurológica implica al menos 4 cambios patológicos en el cerebro que traen deterioro cognitivo progresivo y pérdida de memoria:
• La acumulación de depósitos dañinos llamados placa senil alrededor de las neuronas (células cerebrales) y la formación de nudos neurofibrilares dentro de las neuronas.
• El daño oxidativo a las neuronas provocados por las especies altamente reactivas moleculares llamadas radicales libres.
• Un descenso en los niveles del neurotransmisor acetilcolina (una molécula que es vitalmente importante para la formación y retención de la memoria) en ciertas regiones del cerebro, resultando en un declive en la actividad colinérgica (función cerebral que depende de la acetilcolina).
• Cambios inflamatorios que pueden llevar a un daño neuronal o la muerte neuronal.
Se cree que el daño oxidativo al cerebro causado por los radicales libres juega un rol importante en el deterioro cognitivo característico de las demencias relacionadas con la edad.
Los radicales libres son moléculas destructivas que son producidas dentro de las neuronas y en todas las células en el cuerpo cuando la energía química es generada a través de procesos metabólicos. En ciertas enfermedades como el Alzheimer, sin embargo, los radicales libres son producidos en mayores cantidades que la normal, llevando a un daño significativo e incluso a la muerte celular. En las autopsias cerebrales de los pacientes con Alzheimer, hay cambios patológicos distintivos causados por la actividad de los radicales libres, incluyendo un daño en el ADN y la oxidación de proteínas y lípidos.
Resveratrol una nueva arma contra la Demencia
Conociendo que el daño oxidativo contribuye directamente a las enfermedades neuronales de la vejez, tiene sentido pensar que los suplementos antioxidantes pueden ser armas importantes en la guerra contra el Alzheimer y otras formas de demencia. Apoyando esta óptica están los resultados de un estudio de 442 pacientes mayores en Basel, Suiza, en el cual los investigadores descubrieron una correlación directa entre la retención de la memoria y los niveles sanguíneos de 2 antioxidantes comunes – alfa-tocoferol (vitamina E) Y beta-caroteno (un precursor de la vitamina A).
Uno de los más completos antioxidantes recientemente descubierto es el resveratrol. Un compuesto polifenólico (una amplia clase de flavonoides conocidos por su actividad antioxidante) descubiertos en la cáscara y semillas de las uvas que esta presente en cantidades significativas en la raíz del Polygonum Cuspidatum, una planta que procede de China. Además de sus efectos cardioprotectores, el resveratrol parece ser útil para mantener el buen funcionamiento cerebral, protegiendo al cerebro de la demencia causada por patologías del sistema cerebrovascular. Este es el segundo tipo más común de demencia, después de la enfermedad de Alzheimer Un reciente estudio examinó el efecto protector del resveratrol contra la toxicidad causada por la proteína beta-amiloide (el componente principal de la placa senil) en las células endoteliales humanas. Los investigadores mostraron que, al menos en laboratorio, redujo la producción de radicales libres asociada con los beta-amiloides y protegió las membranas de las células epiteliales del daño inducido por los radicales libres. En otro estudio examinaron los efectos del resveratrol sobre las células neuroblastomas humanas sujetas a estrés oxidativo generado por los beta-amiloides. Se encontró que el resveratrol es efectivo en incrementar los niveles de los glutationes, un limpiador de radicales libres intracelular, el cual es el más importante antioxidante del cuerpo (por desgracia, no puede ser tomado como suplemento). El resveratrol también fue capaz de ayudar a prevenir la neurotoxicidad causada por el beta-amiloide.
Además de actuar directamente como un antioxidante, el resveratrol puede beneficiar el corazón y el cerebro de manera indirecta a través de la inducción del sistema hemoxigenasa presente en todas las células. La hemoxigenasa es una enzima que degrada la molécula de hemo, el transportador de hierro en la sangre (donde forma parte de una molécula mucho más grande, la proteína hemoglobina). Que reduzca los niveles de moléculas hemo libres en las células – especialmente en células tan sensitivas como las neuronas - es algo muy bueno, ya que los hemo libres actúan como un pro-oxidante. Por lo tanto, la hemoxigenasa actúa como un antioxidante; es inducida naturalmente en las neuronas en respuesta a una variedad de estresantes oxidativos.
La suplementación con resveratrol y ginkgo parece ser una manera sabia de ayudar a mantener saludable la función cognitiva y combatir la plaga del Alzheimer y otras formas de demencia.