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lunes, 21 de octubre de 2013

Oncodrogas: resumen del calvario

Es necesario precisar que el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires tiene el deber de proveer la medicación a los enfermos oncológicos bonaerenses que no cuentan con cobertura social, a través del denominado “Programa de Drogas de Alto Costo”. 
El Banco de Drogas es el organismo dentro de dicho ministerio encargado de ejecutar el programa, y tiene una delegación, cabecera de la Región Sanitaria VIª que opera en el Hospital de Oncología de Lanús, que además de proveer la medicación de los enfermos que viven en Lanús, cubre también a aquellos que viven en Avellaneda, Quilmes, Lomas de Zamora, Berazategui, Florencio Varela, Almirante Brown, Echeverría y Ezeiza. 
   En lo que va del año, el Banco de Drogas de Lanús dejó sin cobertura a los pacientes en tres oportunidades: la primera tuvo lugar entre el 28/12/2012 y el 18/03/2013. En ese lapso el Ministerio de Salud dejó sin servicio la página web desde donde se cargan las recetas. O sea, caída la única vía por donde se podían solicitar las drogas, era evidente que no se iba a normalizar la provisión hasta tanto no se reestableciera el sitio de Internet. Por supuesto, esto fue negado durante buen tiempo hasta que la verdad empezó a correr como rumor y finalmente las autoridades debieron reconocer lo ocurrido. Además, ni siquiera el reestablecimiento del 18 de marzo se produjo por la buena gracia de dios. No, no. Ese día los pacientes habían organizado una protesta frente al hospital con intenciones de proseguir camino hacia la municipalidad. Minutos antes de la convocatoria, se produjo la “milagrosa” alta de la página web, en un hecho que nada tiene de casual. Semejante acto de abandono e irresponsabilidad de las autoridades sanitarias hizo que se acumularan 500 recetas sin cargar en el sistema. Por lo tanto, la normalización tardó varias semanas en producirse. 
La segunda suspensión masiva tuvo lugar a partir de la tercera semana de abril. A diferencia
de la cesación anterior en la cual la baja de la página importó automáticamente que no pudieran cagarse las recetas, en esta ocasión sí se pudieron cargar pero las mismas comenzaron a ser rechazadas por cuestiones absurdas. Otra anomalía producida en ese entonces tuvo que ver con que varios pacientes recibían la droga pero en forma incompleta. Dado que varias patologías requieren de cócteles de drogas, la recepción parcial de la medicación tornaba imposible los tratamientos, de modo que era como si nada se hubiera recibido. Esto llevó a que las autoridades solicitaran a los pacientes tener paciencia con el argumento que de a poco las drogas irían llegando, lo cual es perverso ya que si éstas no llegan en forma completa e integral, no se puede llevar a cabo el tratamiento. En virtud de esa situación, a fines de julio, con el patrocinio del doctor Hernán Colombo Russell  -que se metió con alma y vida en el problema- se presentó una acción de amparo ante la justicia; a los pocos días el ministerio hizo llegar una partida grande de medicación que cubrió, al menos en ese momento, la medicación de quienes estaban reclamando. 
En septiembre, nuevamente varios pacientes se encontraron sin recibir la medicación, lo cual significó la tercera oportunidad en el año que el sistema presentó anomalías. Una vez más los problemas se debieron, en general, a observaciones efectuadas por los auditores del Banco de Drogas so pretexto de defectos formales en la forma, o en la documentación o en el tiempo que los pacientes cargaron sus recetas. Ante ello, varios pacientes exigieron su medicación por carta-documento. En los últimos días algunos la recibieron y otros no. Los que aún no recibieron sus drogas se ven obligados a presentar acciones de amparo, ya que ésta parece ser la única forma que el Ministerio de Salud se digne a cumplir con sus deberes.