por Hernán Colombo Russell *
Hacía tiempo que un tema no generaba tanta declaración cruzada entre los dirigentes políticos locales. Unos diciendo que las drogas oncológicas llegaron. Otros diciendo que, aunque hubiere llegado una partida, todavía había pacientes sin cubrir. Desafortunadamente, son estos últimos quienes están lo cierto.La única verdad hay que buscarla en la realidad de los hechos y para ello qué mejor prueba se puede exhibir que citar los reclamos documentados presentados en las últimas semanas por varios pacientes que no recibieron la medicación que les debe proveer el Estado. Así, uno por uno, Graciela M.; Luis R. R.; Stella M. L.; Marisa A.; Nora F. y José Manuel T., enviaron cartas documento al Ministerio de Salud provincial denunciado la falta de entrega de sus drogas e intimando a dicho organismo para que proceda a la inmediata cobertura.1
Quienes maliciosa e infundadamente tienen el tupé de negar que faltan drogas porque así se los habría hecho saber no sé qué persona, u osan decir que detrás del reclamo se esconde una intencionalidad política, no me faltan el respeto a mí que sólo soy el representante legal de esos reclamos, sino a los propios pacientes, que además de sufrir la enfermedad y la falta de medicación, deben soportar que se ponga en duda la veracidad de sus pedidos desesperados.
En ese contexto, no puedo dejar de mencionar que en la tarde del pasado miércoles, al mismo tiempo que algunos dirigentes se desgañitaban por negar que hubiere enfermos sin medicación, recibí un llamado de las autoridades provinciales para que les enviara una lista con los datos de los pacientes que no habían recibido la medicación a fin “de solucionar sus casos”. O sea, el Ministerio de Salud se ofrecía a arreglar un problema que algunos en Lanús negaban. Toda una paradoja que pone a la luz las absurdas declaraciones de quienes
intentaron ocultar lo evidente.
El llamado del ministerio llegó tarde, tardísimo. Para la mayoría el daño ya estaba hecho. Pero ello no quita que debe ser aprovechado ya que todavía quedan muchas vidas para proteger y las mismas tienen todo el derecho a exigir que no se les quite ni un minuto más de tratamiento. Así que acto seguido a ese llamado envié por e-mail un listado de pacientes que habían sufrido demoras a partir del amparo que se presentó en julio.
Por suerte, varias personas recibieron la medicación en las últimas horas. Sin embargo, otros no. Es cierto que ahora son poquitos los que quedan por normalizar; ya no son los quinientos que se habían llegado a acumular en marzo/abril, ni siquiera los veintipico denunciados al momento del amparo. Pero esos poquitos merecen el mayor respeto de todos, lo cual comienza por no negarles, por malicia o por extrema torpeza, lo que están padeciendo.
(1) Me reservo la publicación de los apellidos para no violar el secreto profesional que me impone la profesión. No obstante, los nombres y documentos de estos pacientes fueron remitidos a las autoridades del Ministerio de Salud que me contactaron esta semana.
(*) Abogado patrocinante de enfermos oncológicos. Asesor legal del concejal Salvador Baratta.