lunes, 14 de octubre de 2013

No les interesan los enfermos de cáncer

por Eduardo Moltedo*

  No les interesan los enfermos de cáncer. Eso es lo que se desprende de la nota donde figura otra vez la falta de drogas en el Hospital Oncológico de Lanús, lugar de exterminio de los enfermos de ese mal. Entiendo el mensaje del abogado Hernán Colombo Russell, en cuanto a que el camino administrativo de lograr lo que el Estado debe hacer, o sea encargarse de la salud pública,  es sinuoso, pero también lo es el judicial. Hay que conocer mucho los pasillos de tribunales, encontrar el funcionario sensible al dolor ajeno, y esperar que el gobierno provincial, Daniel Scioli, cumpla con la sentencia. 
 Me dijo hace años el entonces oficial principal Baratta, en éstas palabras: "Jefe, la vida es algo así como el viaje en tren... le marcan la ida, falta que le pongan fecha a la vuelta." Siempre tengo presente esas palabras, ya que cuando a una persona le pican el boleto de vuelta, hace un click en su cerebro, su vida pasa como un vuelo de pájaro y se aferra a la ciencia y a dios. Dios es gratis y está al alcance de cualquier mortal. El problema es la ciencia: médicos, edificios sanitarios, laboratorios, etcétera, y el gran ausente, el Estado. ¿Porqué está ausente? Porque ese gasto no tiene reditos políticos en suma de votos. Sí es negocio político la inauguración de un hospital, aunque más no sea una cáscara vacia, como ocurrió en días recientes en el partido de La Matanza. Ahí sí sirve la salud pública. Y aquí voy apuntando mi idea. Me estoy refiriendo a la clase política de Lanús. Todas las
corrientes políticas, de derecha, izquierda y descolgados, nos prometen un futuro de progreso y felicidad, y no hay ninguno que  diga la verdad, como expresó Churchill: "Sudor y lágrimas", que es lo que vendrá en un futuro no lejano. Hoy vivimos  del relato, quiero ver cuando tengamos que vivir de la realidad.
 Pero volvamos a los políticos de Lanús. Ninguno, pero ninguno, salvo Salvador Baratta, tuvo la hombría de bien de hacer un gesto, tomar alguna medida, aunque más no sea para la tribuna respecto de la violación de los derechos humanos de los enfermos de cáncer, atendidos en el citado hospital. Les importa una m.... la vida de un grupo de “idiotas” que en vez de pensar en la grandeza de la patria, están pensando en que su familiar tenga un remedio que si no lo llega a curar, le de una sobrevida digna. Y ahí está la cuestión. Los políticos de Lanús nunca abrieron el diccionario en la letra M  para buscar la palabra "moral". Es más, el día en que sale el artículo del Hospital Oncológico de Lanús, en La Defensa, vuelve a la carga un funcionario de sonrisa fácil, hablando de la salud de la presidenta. De ese artículo nada me interesa, solo me pregunto si la "abogada exitosa" tuvo muchos problemas para conseguir la atención médica que necesitó y qué engorrosos trámites tuvieron que hacer sus hijos para que le entreguen la medicación necesaria. Por otro lado,  aclaro que recorro el Hospital Evita, varias veces por mes y observo el calvario que sufren los que menos tienen. Lo inexplicable es que  despues de tener una vida tan miserable, por culpa de la clase dirigente, sigan regalando su voto por un puñado de promesas.
 Por último, un mensaje para los castigados enfermos mal llamados terminales. Terminales son todos los seres humanos que nacen. Terminales son las vidas de los políticos también. Lo importante es que a los que el destino nos pica el boleto de vuelta, nos abre la mente de una manera, y que si lo sabemos explotar nos beneficia moralmente. Lo económico solo nos sirve para  vivir dignamente, conseguir un remedio o disfrutar de la sonrisa de un nieto, hijo o ser querido. No les deseo el mal, a los que abandonan a los enfermos pudiendo hacer algo, o tal vez sí les deseo el mal, aunque no lo tendría que decir porque es políticamente incorrecto.  Atentamente 
        (*) Comisario inspector (RA). Vecino de Lanús