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miércoles, 2 de octubre de 2013

Gendarmes: un montaje preelectoral

  Raúl Federico Maza (foto) líder de los gendarmes que están creando su sindicato, explica en un artículo exclusivo para La Defensa, la actuación -o inacción- de efectivos de esa fuerza frente al delito, puestos en  consideración por este medio. Dice: 
  “El anunciado Plan de Seguridad es sólo una puesta en escena que intenta revertir los resultados electorales de las últimas PASO en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas.
Nuestros camaradas fueron trasladados al conurbano sin la más mínima organización ni planeamiento previo. 
Se parece más a un manotazo de ahogado que a un plan.
Estamos hablando del desplazamiento de más de 9.000 efectivos sobre un total de alrededor de 30.000 con que cuenta Gendarmería Nacional.
Esta decisión implica colocar a nuestras fronteras en situación de abandono, favoreciendo el contrabando, la trata de personas y fundamentalmente el narcotráfico, narcotráfico que luego se instala en el conurbano provocando más muertes, más robos, más inseguridad.
En reemplazo de Gendarmería se envía como apoyo a las fronteras al Ejército Argentino, que a pesar de tener capacidad operacional, tiene vedada su actuación por las leyes de Seguridad Interior y de Defensa Nacional, es decir que estamos mandando a las fronteras a “doña Rosa” ya que si un militar presencia un delito, por ejemplo de contrabando de drogas, sólo puede hacer como Doña Rosa y llamar a la Policía.
La llegada de Gendarmería al conurbano se hizo y se sigue haciendo sin contar con un Plan
Integral de Seguridad. 
Prueba de ello es que no existe coordinación entre los municipios, la policía bonaerense y los efectivos de fuerzas federales (Gendarmería y Prefectura) destacadas en los distritos.
Muchos intendentes del conurbano se quejaron porque se enteraron del envio de gendarmes al verlos patrullar sus distritos.
No existe un comando unificado de operaciones.
No existen comunicaciones entre las fuerzas.
No existe coordinación en los operativos
En definitiva no hay política de seguridad.
Una vez en el terreno, nuestros camaradas gendarmes reciben órdenes políticas del Ministerio de Seguridad de la Nación, específicamente del señor secretario de Seguridad Sergio Berni.
Estas órdenes se limitan a “mostrar” los efectivos para dar “sensación de seguridad a los vecinos” 
No hay órdenes para operar en las zonas más calientes. 
No hay órdenes de hacer inteligencia criminal. 
Es sólo patrullar y efectuar algún control vehicular en lugares generalmente fijos y conocidos por todos, principalmente por los delincuentes.
Nuestros camaradas no sólo fueron desplazados y no se previó un lugar digno para su alojamiento (lugar para descansar, ducharse, dormir) sino que en muchos casos no cuentan con los elementos mínimos de protección personal que la fuerza debería proveerles. 
Es así como vamos a observar muchos gendarmes que están desprovistos de chalecos antibala.
En relación a la operatividad de la Gendarmería en el conurbano, sabemos que un gendarme está por demás capacitado para actuar contra el delito. No sólo tiene facultad para efectuar arrestos, tiene una formación profesional que lo hace muy efectivo a la hora de actuar, pero para hacerlo necesita dos cosas: Ordenes concretas de operar y apoyo político al hacerlo.
Hoy los gendarmes no cuentan con ninguna de estas cosas.
Han sido movilizados desde sus lugares de origen para participar de una puesta en escena electoral que pone de manifiesto la falta de un Plan Integral de Seguridad y el total fracaso de la política de seguridad del gobierno provincial liderado por Daniel Scioli, que no ha querido, sabido o podido construir una policía bonaerense saneada, eficiente, motivada, capacitada y bien remunerada al servicio de los bonaerenses.
Estamos trabajando en la creación de un Sindicato de Gendarmería para proteger los derechos del gendarme y su familia y al hacerlo también estamos aportando a la seguridad pública, una deuda pendiente de los gobiernos democráticos de nuestra amada Patria”.
  En la foto Maza, que además de cinco años de gendarme, tiene 8 de seminarista.