domingo, 20 de octubre de 2013

Apoyo total a Cristina

por Omar Dalponte

nuevospropositos@hotmail.com

La semana anterior ocurrieron algunos hechos que dan lugar a este cronista para su comentario semanal. En general la prensa sucia se ocupó hasta el hartazgo de un hecho menor protagonizado por el dirigente kirchnerista Juan Cabandié hace algunos meses. Parece que para cierto periodismo una discusión callejera reflejada en un video editado en forma incompleta y tramposa, merece más difusión que los acontecimientos verdaderamente importantes. Por ejemplo tuvo más prensa el cambio de palabras de Cabandié con un par de gendarmes y una agente de tránsito respecto a una cuestión intrascendente, que el grave episodio acaecido en la provincia de Santa Fe donde balearon la casa del gobernador Antonio Bonfatti quien, con posterioridad a este hecho, fue amenazado de muerte. En tiempos previos a una elección uno puede comprobar que la irresponsabilidad informativa y la utilización de recursos retorcidos para perjudicar a determinados candidatos no tienen límites.
Un dato digno de destacar es el que permite -como acontecimiento político de peso- la movilización del jueves pasado realizada a Plaza de Mayo por un sector del kirchnerismo. Por fin, después de varios años, el peronismo volvió a conmemorar el 17 de octubre con luces encendidas y fervor militante desparramado en las calles. Una multitud se movilizó y concentró en la emblemática Plaza en apoyo a la presidenta de la Nación bajo la consiga "todos con Cristina". Evidentemente semejante cantidad de mujeres y hombres reunida, en su mayoría jóvenes, en esta época de definiciones en la cual con mayor intensidad se van delimitando los campos dentro de la sociedad argentina, no constituye un episodio pequeño. Sin gran
convocatoria previa ni demasiada organización preliminar, la pacífica y numerosa manifestación demostró con absoluta claridad que una porción importante del pueblo sabe bien que quiere y que no desea. Hay que tener en cuenta que la movilización fue parcial y que el movimiento obrero organizado estuvo representado apenas por unas cuantas expresiones que concurrieron en forma espontánea habiendo sido convocadas de la misma forma que se invitó, con pocas horas de anticipación, a todos quienes finalmente concurrieron. Tal vez como una manera de reservar cartuchos en la bandolera la dirigencia sindical que adhiere al kirchnerismo, en esta oportunidad no convocó a los trabajadores en forma masiva. A pesar de ello la Plaza de Mayo y sus adyacencias estuvieron repletas de pueblo. Ninguna parcialidad política, en tan poco tiempo, más allá del kirchnerismo, podría actualmente concretar un acto de tal magnitud. Pudieron hacerlo los "caceroleros" pero, en tal caso, los efectos de sus concentraciones duraron lo que dura un suspiro. Siempre nacieron y murieron sin pena ni gloria.
En esta jornada de conmemoración del 17 de octubre el kirchnerismo retomó la iniciativa de la acción en la calle y de ahora en más debería ser una modalidad permanente, porque con el pueblo en movimiento difícilmente la oposición pueda, como desea, terminar con todas las conquistas alcanzadas en el transcurso de esta década pasada. En esta línea de pensamiento hace tiempo que venimos proponiendo determinadas acciones y señalando que es necesario trabajar para unir, organizar y propiciar la movilización del campo popular cuyo eje, evidentemente, es el kirchnerismo como modalidad del peronismo histórico. En nuestra propuesta significamos que la movilización que proponemos debe ser llamada a jugar un papel importantísimo para defender los intereses populares y procurar la transformación efectiva de la sociedad en esta etapa que se avecina. No a manera de mera manifestación folklórica.
Este tipo de acciones las concebimos no como un arrebato circunstancial sino como método político de participación popular contra las clases dominantes que, amparadas en las iniquidades del capitalismo salvaje, intentan impedir la liberación nacional y social de la Argentina. Contamos con el liderazgo de Cristina Fernández y es necesario asumir la responsabilidad de reforzarlo. Por lo tanto también se impone la unidad y organización de nuestro activo y resulta imprescindible la elaboración de un programa que exprese lo que queremos, lo que no deseamos, adonde anhelamos llegar y por que caminos.
Por supuesto que valoramos todos los aportes que provengan del sector intelectual, y recibimos con la mejor predisposición opiniones como las vertidas en la Carta N|° 14 de Carta Abierta. Pero insistimos en que es imprescindible incorporar a la mesa grande y generosa de la unidad a los trabajadores. Como consecuencia de algunos armados electoralistas pergeñados por lo peor de la política, muchas compañeras y compañeros del movimiento obrero organizado están absolutamente disconformes con que se los haya conducido a un maridaje con personajes del neoliberalismo.
Hacia ellos, y hacia los dirigentes rescatables que erraron el camino hay que tender puentes para conseguir un diálogo fraternal y fecundo activando reuniones en los barrios, en los empleos, en las fábricas, en las calles y plazas con las muchas posibilidades que estas ofrecen; en los círculos políticos y culturales. Es decir: en todo lugar donde sea posible inducir a la reflexión, al debate de ideas y a la acción política concreta. La unidad de los trabajadores es una de las construcciones que más se imponen en estos días, y en todo proyecto de cambio en beneficio del pueblo no podemos aceptar el desatino de que existan cinco centrales sindicales.
En Lanús, en otros puntos del conurbano y también en la CABA, afortunadamente se están realizando experiencias muy valiosas. Por lo tanto opinamos desde realidades y logros muy concretos alcanzados con esfuerzo y mucha voluntad. Pensamos, como decía Juan Perón, que cada quien debe sacar de su mochila "el bastón de mariscal" y ponerse al frente -no en soledad sino con las compañeras y compañeros a quienes logre convencer- de estas acciones simples pero efectivas. Unidad, para poder organizar. Organizar, para poder actuar en conjunto, Movilizar , para garantizar la conducción de Cristina y la profundización del proyecto nacional y popular en marcha
En tanto Cristina no retome la conducción efectiva del Movimiento a la vista de todas y de todos hay que reclamar a la dirigencia con responsabilidades dentro de nuestro espacio, en forma clara, terminante y también en voz alta, que actúe con lealtad, transparencia y honestidad en todos y cada uno de sus actos. La garantía es Cristina Fermnández de Kirchner y el pueblo unido, organizado y movilizado. Que nadie pretenda aprovechar un instante de preocupación para tratar de hacernos pasar gato por liebre.