Trabajar es casi una misión imposible en el taller de caños de escapes Los Hermanos de Centenario 2277 entre Las Piedras y Arias.
Desde hace 15 años que están con la fosa -imprescindible para ese servicio- inundada por el agua de las napas freáticas. Los dos hermanos están cansados de hacer reclamos. Después de mucho lograron que le instalen una bomba depresora pero el pozo lo hicieron de poca profundidad y mal: no tiene el filtro que tiene que tener. En realidad hicieron dos pozos y pusieron dos bombas, pero ahora se quemaron y no las reponen. “No hay plata para arreglar las bombas”, les dicen a los hemanos que ya sufren de dolores de cintura de tanto trabajar en el agua y en malas posturas corporales pues tienen que poner tacos para entrar a la fosa.
Ya consultaron con abogados para ver que pueden hacer, cansados de levantarse a las 4 de la mañana para desagotar un poco la fosa.