Como muestra la foto, así quedó el auto de Daniel Ledesma, cuando la caravana quedó bajo una lluvia de piedras de gran tamaño. Ledesma, concurrió a la movilización, “de la mano de Cacho Álvarez, Gustavo Breque (concejal de Avellaneda), Heriberto Deibe”. Relata que “fuimos parte de la gran columna que salió de Ciudad Evita y a la hora y media aproximadamente de andar, cuando nos internamos dentro del barrio San Alberto un grupo de vándalos nos tendió una emboscada cobarde y nos atacó con huevos y piedras”. Señala que “de milagros no me pegaron en la cabeza a mi, puesto que iba con las ventanillas bajas. Lo que preocupa realmente de este vergonzoso ataque es que no fue algo aislado, quienes
entienden un poquito sobre territorio y campaña electoral se darán cuenta que fue totalmente orquestado para intentar abortar el hecho político que se estaba produciendo, esto deja al descubierto no sólo la desesperación de quienes se ven sufriendo una paliza segura en las urnas el 27 de octubre próximo, sino que habla a las claras de la falta de conducción política del Titanic kirchnerista que no tienen suficientes luces por tratar de evitar esto que resta.
Próximamente el Huracán Massa volverá a pasar por Lanús y a mucho nos queda una profunda duda, si en un distrito como La Matanza, donde parecía que la reserva K aún se mantenía sólida, donde incluso la lista local fue más fuerte que la lista Nacional encabezada por Insaurralde ya no puede ser conducida por su intendente, qué se puede esperar en un distrito como Lanús donde Darío Díaz Pérez no puede conducir ni un triciclo y sobre su espalda carga un paupérrimo 12% ¿Cómo hará para contener vándalos a sueldo que ya han dado muestras de violencia? O peor aún: ¿tendrá voluntad Díaz Pérez de evitar realmente actos semejantes a estos?” se pregunta Ledesma.