por Marta Santos
“Por favor, tenga a bien aceptar la donación de 25 kits de alarma de nuestra fabricación, para ser instalados en los jardines maternales de nuestro municipio”, consigna la nota que la empresa Alonso Hnos. dirigió al intendente el 15 de noviembre de 2011 y que dio origen al expediente que se aprobó sobre tablas en la sesión del viernes 20.Casi dos años después y luego de múltiples episodios de inseguridad en el distrito, el expediente fue girado con fecha 5 de setiembre de 2013 al HCD y aprobado por los 23 ediles presentes. Fue Carlos Folino quien hizo notar que estuvo retenido un año y medio (¡un año y medio!) en la Subsecretaría de Coordinación Legal y Técnica -cuyo titular es Roberto Crespo Armengol- y que ello obligó al secretario de Protección Ciudadana, Mariano Amore, a tener que consultar recientemente a la empresa si la oferta seguía en pie. En declaraciones posteriores, Folino expresó que “sentí vergüenza ajena. Hablamos tanto de seguridad y cuando tenemos a alguien que dona sistemas de alarma para las escuelas ¿lo demoramos un año y ocho meses? La verdad es que no se entiende”. Cuando esto lo expresó en la sesión, Jorge Montero intentó una defensa del ejecutivo diciendo que “en ese tiempo hubo problemas con la empresa porque no tenía stock”, argumento que dio lugar a diversos comentarios humorísticos.
La donación comprende alarmas, el sistema para su implementación y servicio técnico gratuito por un año y se instalarán en los jardines maternales del municipio.
La sesión fue interrumpida por un cuarto intermedio que dispuso el presidente Héctor
Bonfiglio cuando, durante el tratamiento del expediente que cede un tramo de la calle Oyuela a la empresa Sogefi SA se condonaron tasas del predio que cede a cambio para la construcción de una plaza. Fue Folino -”doscientos folios y 100 firmas…¿y nadie se dio cuenta del error?, preguntó- nuevamente quien hizo notar un error administrativo importante en esa condonación, ya que el terreno adeudaba gravámenes desde 1994 y el expediente consignaba que eran desde 1996, lo que dejaba dos años de deuda. Pedido el cuarto intermedio arreglaron el error y votaron la condonación, que fue aprobada por 12 a 10, ya que en ese momento Jorge Schiavone no estaba en el recinto y Luciana Agustavicius estuvo ausente a la sesión. La otra participación fue la Salvador Baratta, que indicó que “los jubilados reciben cartas con avisos de remate del municipio porque no pueden pagar la tasa municipal ¿y le condonamos tasas a una empresa multinacional?”. Votó negativamente. Al igual que Folino, Oscar López, María La Rosa, Susana Arse, Emiliano Bursese, Heriberto Deibe, Martín Sosa, Stella Maris García y Carlos Torlaschi. Los cuatros massistas votaron con el oficialismo.
Rumores de pasillo cuentan que fue el edil del FV Francisco Malvaso quien, desde el primer momento, gestionó a favor de la empresa la cesión de la calle. La deuda ascendía a $108.000.-
La concejal Mabel Gagino sigue impulsando la ordenanza por la cual se prohíbe la instalación de locales que, con habilitación de actividades legales, promuevan en forma encubierta la prostitución. Si bien este expediente fue girado nuevamente a comisión para su tratamiento, la edil expuso con fuerza su argumento sobre “todos sabemos dónde están los prostíbulos en Lanús pero nadie hace lo que se debe al respecto”.
Se aprobaron también varios convenios: con la universidad de La Matanza para analizar la facturación de los servicios básicos, con la fundación Hábitat y Salud Urbana por cooperación académica, técnica y/o científica y con el Ministerio de Justicia de Nación para desarrollar actividades conjuntas en extravío y desaparición de niños y adolescentes. Todos ellos expresiones de deseos… hasta que se implementen.
Sobre el final de la sesión los ediles Montero y Daniel Píccolo le solicitaron a Folino que volviera a integrarse a la comisión de Gobierno a la que, como se recordará, el edil radical había renunciado frente a los dictámenes favorables a los llamados a licitación por barrido y recolección de residuos sin el envío de los pliegos. Parece ser que desean no hacer más papelones con los expedientes, en el recinto.