por Lisandro Martinez*
El giro a la derecha del gobierno K es acompañado por toda la oposición “sensata”; coloca al ministro Granados quien según Horacio Verbitsky “practica la limpieza social a golpes y con tiros en las cabezas de adolescentes" y también a Berni quien dice: "En casi todos los delitos hay involucrados menores”.A esto hay que agregar las zonas liberadas para un desenvolvimiento más amplio del narcotráfico, como en el Gran Buenos Aires; por ejemplo en la Villa Zavaleta donde la Prefectura el 15 de setiembre abrió la cancha para que dos bandas se disputaran la zona durante tres horas, lapso donde Kevin de 9 años fue muerto por uno de los 100 disparos que se cruzaron esas bandas ajenas a la Villa.
El lunes 16 cuando ya el caso estaba radicado en la justicia, un grupo encapuchado de Gendarmería entró por la fuerza a la redacción de la revista “La Garganta Poderosa”, en la Villa Zavaleta, con la intención de silenciar el asesinato de Kevin.
Si se habla de “narco policías” en Córdoba y Rosario ¿cómo no se habla de las zonas liberadas de la ciudad autónoma y de la provincia de Buenos Aires donde gobiernan los amigos de Francisco I, Scioli y Macri?
Se ha visto en los debates políticos en la tele a un candidato de Scioli, llamado Guido Lorenzino, pedir al Frente de Izquierda que si tiene pruebas vaya a la justicia; esta coartada para la acumulación económica primaria ya fue trabajada a fondo por Carlos Corach durante “la década ganada” por Carlos Menem que incluyó voladura de embajadas y arsenales. Lorenzino se hace el distraído de que en la Suprema Corte de Justicia Bonaerense es juez
uno de los responsables de la masacre de Puente Pueyrredón.
Guido Lorenzino es un provocador al estilo Aníbal Fernández que no se detiene ni ante el ridículo de sus propias palabras. En marzo de este año acusó al obediente soldado K, Roberto Baradel, de llevar adelante “una política destituyente e irresponsable” que sólo busca “erosionar la
figura del gobernador Scioli y generar una desestabilización en la Provincia”. Guido Lorenzino a los Massa que ya gobiernan o cogobiernan, por ejemplo en Lanús y en varios municipios del GBA y también del interior de la provincia, los apura a que muestren la “dureza” de sus planes represivos y no se vayan en discursos, es decir “que todos tiren”, trabaja denodadamente por la integración de “tutti quanti” al paquete represivo fascistoide al que la situación política y social hará volar por los aires.
De conjunto los representantes políticos del régimen del capital apoyan la represión a la juventud, pero quien ha ido más lejos es el gobierno de los “DDHH” sin que los organismos de DDHH cooptados hayan dicho: ¡¡Ay!!
Queda claro hoy que el gobierno utilizó “el caballo de Troya” del voto a los 16 años para terminar metiendo en cana a los niños a partir de los 14. El ultra K Verbitsky denunció la miserable conducta de los “derechos y humanos” en el gobierno: “Mediante la continuidad de prácticas judiciales viciosas, chicos de 12 a 15 años están alojados en los mismos lugares que los de 16 a 18”.
A los pibes de La Cámpora aunque intenten tragarse ese sapo, el bicho los atragantará.
“Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez, como farsa.” (Carlos Marx, “El 18 de Brumario de Luis Bonaparte”). En este caso es una situación calcada del pasado histórico del Peronismo cuando creó la Triple A para acabar con los cuerpos de delegados y las comisiones Internas combativas e intentó que el bloque de diputados de la JP votara un arsenal de leyes represivas: prohibición de huelgas y tomas de fábricas, cárcel a las protestas, etcétera. Aquellos jóvenes (Carlos Kunkel y otros) prefirieron no dar la batalla en contra de la política derechista de Juan Domingo Perón y renunciaron a sus bancas, aunque habían jurado “que la sangre derramada no sería negociada”. ¿La farsa hoy dará la ocasión a que las propias
víctimas se inmolen en el altar de la superexplotación capitalista? La mayoritaria participación juvenil en las elecciones Universitarias no parece anticipar ese devenir, por el contrario el triunfo en la gran mayoría de las facultades del Frente de Izquierda señala otro futuro.
Pero el gobierno K con los Lorenzino (Guido “mano dura” y Hernán “me quiero ir”), no sólo tañen la cuerda derechista en la seguridad sino también en la economía y han presentado el presupuesto 2014 destinando la tercera parte de las reservas del Banco Central –u$s 10.000 millones- a pagar la deuda externa. En cambio para los gastos públicos, entre ellos los salarios estatales, los gastos de educación, salud pública y social, señalan que como la inflación para 2014 (según el INDEK Trucho) va a ser sólo del 10% prevén destinar ese porcentaje a estos menesteres.
El gobierno está jugando con fuego en su desarticulación galopante. La oposición critica el manejo arbitrario del presupuesto por parte del gobierno pero coinciden con aumentar la hipoteca de la deuda externa sobre la economía nacional. Más deuda externa significa abrir el crédito internacional para que los grandes empresarios se lo afanen y vuelvan a vaciar el país.
La crítica al gobierno por la oposición es mentira, los K, el Pro, los diputados massistas y el propio UNEN, votaron reabrir el canje de la deuda a favor de los fondos buitres. ¿Puede existir una medida más antinacional que englobe a todo el arco político?
La antinación espera traspasarnos su gigantesco fracaso, su fraude eterno en la administración de la cosa pública, para que una vez más paguemos los trabajadores, como sucedió durante todo el proceso de golpes de Estado y democracias. No hay ninguna novedad, irán por lo ya conocido: una devaluación de la moneda, los salarios y las jubilaciones.
Hay que duplicar la cantidad de fiscales que garanticen el voto al Frente de Izquierda, único pronunciamiento popular contra el ajuste. La agenda de los trabajadores y jubilados debe debatirse en el Congreso y los Concejos Deliberantes.
Salario igual a la canasta familiar. 82% móvil. Anses bajo control obrero. Basta de precarización laboral. Triplicación del presupuesto de salud y educación pública. Gestión obrera de la economía nacional.
(*) Candidato a Concejal por el PO/FIT