por Omar Dalponte
nuevospropositos@hotmail.comEntramos en la recta final de la carrera con destino a las elecciones del 27 de octubre. Recientemente se inició el recorrido del último tramo y en escasos treinta días el pueblo se pronunciará través de las urnas. ¿Y después?
Sea cual fuere el resultado hay algo respecto a lo que no cabe ninguna duda. La presidenta de la Nación proseguirá con la iniciativa política y seguramente sorprenderá con importantes realizaciones que, según se comenta en los niveles altos del gobierno, van a impactar fuerte y favorablemente en la opinión pública. Según parece el 2014 será un año de decisiones políticas y económicas mediante las cuales se procurará demostrar la fortaleza del kirchnerismo y su voluntad irreducible de conservar intacto el poder y prolongarlo más allá del 2015. Contra lo que es nuestro deseo todo parece indicar que no habrá reelección de la presidenta y este tema, ahora, no es ni siquiera motivo de conversación. Por esa razón comenzarán a barajarse los nombres de los posibles sucesores para arribar, al final, a la designación de quien será el dirigente que encabece y continúe el proyecto nacional y popular en marcha. El kirchnerismo, en tanto modalidad del peronismo histórico con presencia en todo el país deberá "aggiornarse" al compás de la música que corresponde al tercer lustro del siglo veintiúno. Es bueno no olvidar que el kirchnerismo tiene el control del gobierno nacional, gobierna en varias provincias, en multitud de intendencias y tiene el timón del Partido Justicialista, la organización política más grande de la Argentina.
Mejorar y profundizar este proyecto en favor de los sectores populares requiere una adaptación constante a los tiempos modernos en que las viejas formas de hacer política están
destinadas al cofre de los recuerdos. Por lo tanto, esta tarea destinada a la formación de nuevos cuadros y la preparación de los activos políticos intermedios desde una visión moderna, constituye hoy por hoy un apasionante desafío para quienes estamos en condiciones de hacer un aporte significativo a la militancia arrimando elementos teóricos y prácticos. Algunos lo haremos desde nuestras convicciones peronistas y otros contribuirán al crecimiento y enriquecimiento del Movimiento Nacional parados en sus fundamentos ideológicos y su vocación patriótica. Todos los esfuerzos que ayuden en la tarea de formación de cuadros y contribuyan a la unidad, organización y movilización del campo popular serán bienvenidos.
En cuanto a los nombres propios no es un secreto que Daniel Scioli ya está parado en la señal de largada. También surgirán otros buscando la bendición de Cristina y la aceptación del conjunto para la sucesión presidencial. Otro tema es la cuestión de la conducción estratégica del Movimiento que, en nuestra opinión deberá seguir ejerciendo Cristina Fernández. Por su parte, el archipiélago opositor, casi con seguridad, tendrá disponible un sólo candidato atractivo a partir de fines de octubre: Sergio Massa. Es altamente probable que el actual intendente de Tigre realice una muy buena elección en la provincia de Buenos Aires y esto le dará "chapa" suficiente para intentar otras aventuras.
Aunque ese posible buen rol esté circunscripto a una provincia y por el momento no tenga alcance nacional es innegable que Massa quedará posicionado en un lugar de privilegio frente a otros opositores que emergerán bastante descascarados. Macri y De Narváez pueden ser los más chamuscados. De la Sota continuará sin apasionar nacionalmente a nadie y Binner, a pesar de tener asegurado un importante caudal de votos en Santa Fe también quedará en el cono de sombra de la política grande. Además, de concretarse el acompañamiento de Reuteman a Massa para una posible fórmula en 2015, el "socialista" santafecino recibiría un golpe no pequeño. A diferencia de la pobreza de candidatos que padece la oposición, en el peronismo kirchnerista es posible contar con más de media docena de dirigentes con sobrada capacidad y justas aspiraciones. El nombre del entrerriano Uribarri ya circula en no pocos borradores y no es descabellado, en el terreno de las especulaciones, imaginar en danza algunos nombres. ¿Tal vez Alicia Kirchner y Agustín Rosi? ¿Por qué no Amado Boudou? ¿ y el salteño Urtubey? ¿y el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich? ¿Y si Martín Insaurralde logra arrimar, empardar o ganar en la provincia de Buenos Aires?. Algunos de ellos poseen una vasta experiencia. Otros han realizado una carrera política meteórica. Igual que Massa.
A su vez, Sergio Massa, la nueva estrella del firmamento de la derecha que con seguridad será electo diputado nacional, tendrá que afrontar responsabilidades no pequeñas en el terreno de la realidad, que siempre es muy diferente al clima de fuegos artificiales de los momentos preelectorales. ¿Será capaz de unificar a toda la oposición y ser una fotocopia del Capriles venezolano? ¿Como hará para llevar adelante las promesas hechas durante la campaña, cuando esté perdido en la maraña parlamentaria lidiando con doscientos y tantos diputados? Cuando la sociedad observe que lo prometido no se materializa ¿no comenzará a perder lustre y terminará deslucido como Francisco De Narváez?
Aquí en Lanús habrá que ver como se dan las cosas. Si el PRO aumenta sus votos y el Dr. Néstor Grindetti accede al Concejo Deliberante será restándole sufragios a la lista del Frente Renovador que encabeza Nicolás Russo. En caso de que esto ocurra el kirchnerismo local, cuya nómina de candidatos lidera el profesor Jorge Héctor Montero, saldrá beneficiado. Si en cambio los resultados son desfavorables y el candidato macrista es derrotado nuevamente ¿No quedará debilitado para competir por la intendencia en 2015? ¿Habrá sido conveniente para el PRO lanusense que una primera espada del macrismo, actualmente con altas responsabilidades, compita localmente por una concejalía?. Como tratamos de analizar los temas políticos y procuramos opinar con seriedad preferimos no hacer futurología. Pero con cierta documentación a mano nos arriesgamos a predecir que el kirchnerismo, en todo el país, seguirá siendo la primer minoría. Claro...elecciones son elecciones y la palabra final la tiene el pueblo.