martes, 3 de septiembre de 2013

Como no resulta un negocio rentable, Villa Jardín es abandonada

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

Recién en 2011, luego de años en que el Partido Obrero insistiera con la necesidad de hacer un Censo poblacional y de estructura edilicia en Villa Jardín para reconocer la problemática y desenvolver un plan de urbanización, el municipio mediante el “Programa Urbanismo Social” del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia realizó un censo en Villa Jardín, registrando a 4.100 familias, unas 16.500 personas. El subsecretario de Políticas de Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, Gerardo López Arrojo y el intendente Díaz Pérez mantuvieron un encuentro de trabajo cuando finalizó dicho censo para revisar los problemas de infraestructura, reubicación de familias y despeje de las zonas afectadas al saneamiento del Riachuelo”. (Diario Popular “el sureño” 22/4/2011). 
Habiendo acumulado mucha información y pasados más de 30 días de acopiar datos las conclusiones de los funcionarios fueron de una patética pobreza, de enorme estrechez mental y discriminación social abrumadora; decidieron construir sólo 140 viviendas -3% del total de los censados- dentro del terreno de la ex Fabricaciones Militares, sin estudio ambiental alguno donde existe la certeza de un alto grado de contaminación del suelo producto de la actividad industrial que se desarrollo allí. Además decidieron arbitrariamente que los proveedores de viviendas fueran del archi denunciado Plan Sueños Compartidos (viviendas con paredes de telgopor y sobrefacturadas).
  “El gran operativo censal” que estuvo bajo la supervisión del entonces “cristinista” Cacho Alvarez -hoy massista de primera hora-, involucró más de 60 personas entre censistas, acompañantes, equipos técnicos y administrativos con base de operaciones en la Escuela 72 “Pedro Medrano”. A pesar de la gran cantidad de datos recogidos la conducción política del Frente para la Victoria de Lanús y Provincia de Buenos Aires no pudo nunca sacar ninguna
conclusión que favoreciera al postergado ciudadano de Villa Jardín.
El proyecto de Cacho, Darío y Scioli que contemplaba solucionar la precariedad habitacional y sanitaria no produjo ninguna solución para los problemas que habían sido provocados por el abandono y la degradación notoria que impusieran las políticas de exclusión llevadas adelante en Villa Jardín por estos mismos funcionarios. El proyecto nunca prosperó porque el funcionariado no encontró el ángulo para desenvolver un negocio del que aprovecharse.  
Dos años después massistas y cristinistas están empantanados en Villa Jardín, no terminaron de construir las viviendas descartables ni refaccionaron las que tenían problemas estructurales, no abrieron calles ni desarrollaron espacios públicos, no hubo equipamiento urbano y la UPA (Unidad de Pronta Asistencia) es una cáscara vacía sin soluciones para la salud pública; mientras, ACUMAR -el monumento a la corrupción- se ha apropiado del Centro Piloto de Salud (un centro modelo destruido por todas las administraciones del PJ), donde instaló oficinas. 
La carencia de urbanización e infraestructura, la falta de desagües pluviales, de cloacas y planta depuradora de sólidos y líquidos, provoca en Villa Jardín que los baños domiciliarios por napas altas y pozos ciegos ya sin capacidad desagoten, mediante cañerías caseras, orines y materia fecal a la vía pública.
Este foco de infección se debe a la política desidiosa del funcionariado enriquecido por la corrupción, que obliga a muchos miles de personas a convivir en la miseria del Medioevo. Pero el destrato social difiere diametralmente cuando los propios Díaz Pérez y Cristina plantearon un negocio de especulación inmobiliaria sobre los terrenos del Centro Clandestino de Campomar. 
Los funcionarios señalaron en el “Boletín de la cámara de Comercio, Industria y Servicios de Valentín Alsina Nro. 250, Noviembre de 2012” que el multimillonario Proyecto Nueva Valentín Alsina de los arquitectos de Puerto Madero, Converti y Demarco, auspiciado por el Municipio de Lanús, iba a ser financiado por el Estado (Banco Provincia).  
La amarga paradoja es que mientras para Jardín se proyectan casas de escenografía descartable sobre terrenos altamente contaminados, los 2500 pisos de lujo para el sector acomodado los financian los propios vecinos entre ellos los de Villa Jardín, a través de los impuestos que alimentan al Bapro.  
El derecho a la vivienda confortable es irrenunciable para todo ciudadano del siglo XXI y conjuntamente esa unidad habitacional debe instalarse en un hábitat  saludable que permita a sus moradores insertarse socialmente, pero esto en Villa Jardín son palabras huecas y dichos cínicos, ya que se convive días y días con la basura que atrae a millones de moscas en las puertas de las casas o a la salida de los pasillos de la villa porque el servicio recolector de residuos domiciliarios que brinda Covellia está ideado para la barbarie: pasa cada tres días. 
Un dato aún más revelador es que Covellia, la empresa enriquecida por los suculentos contratos firmados a espalda de los ciudadanos de Lanús por la mayoría del Concejo Deliberante, también auspicia el Proyecto Nuevo Valentín Alsina. 
Lo que hace falta es:
1) Comisiones de salubridad ambiental: electas y revocables por Asambleas de vecinos y trabajadores de las empresas contaminantes del Riachuelo, con poder de policía y asesoramiento gratuito de la UTN y ONGs anticontaminación.
2) Instalación de plantas de tratamientos de residuos a cargo de las Empresas contaminadoras, sin erogación del Estado.
3) Urbanización de Villa Jardín consensuada con Asambleas de vecinos. Plan de obras de infraestructura (Cloacas, Planta de tratamiento de sólidos y líquidos, gas, agua potable, etc.)
4) Publicación del Censo habitacional para que lo interpreten profesionales comprometidos con la causa popular y den una salida a Jardín.
5) Estudio de factibilidad de los terrenos de Fabricaciones Militares.
6) Comisión de vecinos electos y revocables por Asambleas de manzana que verifiquen calidad de materiales, final de obra, control del presupuesto y gastos.
    El Partido Obrero en el Frente de Izquierda va a ingresar al Concejo Deliberante a plantear -acompañado por la movilización popular-, la urbanización de Villa Jardín y demás barrios obreros, colocando la obra pública para los barrios en manos de los trabajadores y creando así nuevas fuentes de trabajo.   

(*) Candidato a Concejal PO/Frente de Izquierda