Imprevistamente, respecto al crimen del jubilado ocurrido el viernes en Escalada (ver aparte) sale el jefe de la distrital Lanús, a defender la posición de los ladrones, tal vez en su afán de bajarle el tono al terrible clima de inseguridad que vive este distrito. En sus declaraciones a DyN, el comisario mayor Carlos Perillo relata: «El hombre salía de su casa y fue sorprendido por los dos delincuentes quienes entraron con él por la fuerza y le exigieron dinero. Los ladrones sorprendieron a la víctima cuando salía de su casa, entraron por la fuerza y lo redujeron a él y a su mujer que estaban dentro». Y sigue DyN: «Según el jefe policial en pocos minutos los hombres le robaron al dueño de casa el dinero -unos 600 pesos- y escaparon rápidamente».
«Ellos se fueron -retoma Perillo- y el daminficado comenzó a sentirse mal y falleció al sufrir un infarto -ya que tenía antecedentes cardíacos- y al sentirse descompensado el hombre se fue a su habitación con su esposa y allí murió».
No menciona Perillo lo que contaron familiares y vecinos: Al jubilado lo llevaron al piso de arriba a los golpes, y la paliza arreció cuando tenía «tan poco dinero». Eso fue lo que mató al hombre y no sus «antecedentes cardíacos».
Tampoco aludió Perillo a que pocos días antes la familia había sido asaltada durante un festejo familiar.
Ni un abogado defensor lo hubiera hecho mejor.