domingo, 18 de agosto de 2013

Y sin embargo ¡ay! mirá lo que quedó...

por Omar Dalponte

nuevospropositos@hotmail.com

Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias son importantes y absolutamente necesarias. En ellas todos intervenimos en la ratificación o rechazo de las candidaturas de quienes han decidido participar en elecciones. Intervenir todos significa más democracia y limitar la acción de los punteros políticos  que antes de las PASO, convertían a las luchas internas en verdaderas batallas entre aparatos partidarios. En otros tiempos hemos visto como, casi siempre, en las disputas intestinas se imponían las fracciones con más dinero y con mayor fuerza para movilizar a los propios e intimidar a los contrarios. En escasas oportunidades los representantes principales de cada partido eran los mejores. Casi siempre prevalecían los que contaban con "mayor poder de fuego". Quienes participamos activamente en las internas del PJ en los tiempos de don Manuel Quindimil y del "emblemático" Herminio Iglesias conocimos muy bien aquellas prácticas
del "apriete" por parte de las patotas al servicio del matonaje político. 
Hoy, la ratificación o rechazo final de las listas y de los  candidatos se resuelve en una sola jornada con la participación de todos los ciudadanos en condiciones de votar. Seguramente la ley respectiva puede ser mejorada pero, por ahora, las PASO son la mejor herramienta para limitar la acción de los punteros  y el dispositivo conveniente para la intervención del pueblo en la definición de candidaturas. Afortunadamente el domingo 11 de agosto volvimos a votar y vivimos una vez más la gran fiesta de la democracia. En esta elección aparecieron nuevas figuras, participaron también viejos conocidos y cada quien recibió lo suyo. El  kirchnerismo realizó la peor elección de su historia y esto nos obliga a examinar con atención las razones que originaron nuestra derrota en varias localidades y provincias. Asimismo, habremos de poner la mayor voluntad y disponer nuestras  inteligencias para remontar la cuesta de aquí
hasta fines de octubre,
momento en que disputaremos las representaciones parlamentarias y las concejalías. Hemos perdido un altísimo porcentaje de votos y los motivos de esa pérdida hay que buscarlos sin echar culpas a nadie. Nuestros candidatos y candidatas  trabajaron mucho y bien, hicieron lo que pudieron y lograron bastante. Veamos: aquí en Lanús, sumados los resultados de las cuatro listas del Frente para la Victoria, alcanzamos algo más de un treinta por ciento de los votos. No es poca cosa. Los compañeros y compañeras que alcanzaron la minoría y quienes fueron relegados al tercer y cuarto lugar deberán ahora acompañar, camino a octubre, a la lista definitiva que encabezará Héctor Jorge Montero y que integrará Omar López. Quien gana conduce y quien pierde acompaña. Este es un principio fundamental que habrá de tenerse en cuenta si es que somos honestos en nuestros procederes.
Nicolás Russo se impuso en las PASO  de Lanús acompañando la experiencia de Sergio Massa que también logró triunfar en la provincia de Buenos Aires. Habrá que ver si esta fuerza, el Frente Renovador, consigue afianzarse en las elecciones de octubre y si a partir de allí puede aspirar a desafíos mayores. En el largo camino que conduce al 2015 se comprobará si el intendente de Tigre consigue proyectarse como figura nacional con peso importante o si sólo es, como lo fueron tantos otros, una nube pasajera. Respecto a lo que casi no quedan dudas es que la aparición en escena de Sergio Massa le arrebató protagonismo a Mauricio Macri en el abanico político de la derecha. Mientras éste se aleja de la consideración de la gente -los resultados capitalinos así lo demuestran- aquel gana la simpatía del antikirchnerismo que cree haber hallado el Capriles argentino. Lo cierto es que Russo y su gente, con unos meses de trabajo lograron superar
holgadamente al PRO, que en nuestra localidad conduce el Dr. Néstor Grindetti. El macrismo aquí ha jugado fuerte y parece que en esta oportunidad se volvió a quedar sin fichas, perdiendo aproximadamente el cincuenta por ciento de los votos obtenidos en la elección del 2011. Si uno revisa las declaraciones de Macri en su paso por Lanús en plena campaña del  PRO, nada de lo que predijo se cumplió. La gente, cuando advierte falta de seriedad y comprueba que no ocurre lo que se le promete, suele castigar con el voto. También,el 30 por ciento de Michetti en la Ciudad de Buenos Aires, está muy lejos del 60 por ciento conquistado por Macri en la anteúltima elección. El macrismo cayó derrotado en la CABA por un rejunte que parece escapado de un hogar de ancianos. Es como para que los muchachos de los globos amarillos reflexionen un poco. Si pueden.
Volviendo a nuestra provincia y a nuestro pago chico vemos que las huestes de Francisco De Narváez sufrieron una derrota mayúscula. En la caída cuesta abajo del "denarvaísmo" rodaron los socios del camionero Hugo Moyano que, ante la insistencia del pelirrojo millonario de continuar en carrera, aún se ilusionan con morder algo en octubre. Puede ser, siempre y cuando la polarización entre Insaurralde y Massa les impida llegar. El radicalismo descolorido de Alfonsín - Stolbitzer  sigue retrocediendo y en nuestra ciudad no consigue ponerse de pie. Tal vez, no haber aprovechado estos últimos años para construir política con presencia efectiva ante nuestros vecinos, le hizo pagar el precio de la derrota. No alcanza con aparecer en escena cada dos años y en el medio dormir una larga siesta con las asentaderas acomodadas en las bancas. Los amigos radicales deberán aprender que hoy la sociedad no se siente atraída por las prácticas de la vieja
política y que en estos tiempos modernos lo que se exhibe en televisión, si no es de buena calidad, en lugar de ayudar puede perjudicar seriamente. Convengamos, con todo respeto, que la imagen de Ricardito y Margarita ofreciéndose para unir una Argentina supuestamente dividida ha estado al borde del ridículo. Cuando la gente no toma en serio a ciertos políticos todo indica que éstos transitan mas cerca del fracaso que del éxito. Después, en la cacerola donde cocinan sus recetas las ínfimas minorías, las ilusiones todavía hierven sin despedir aromas tentadores. Seamos justos con el Partido Obrero que electoralmente recibió su premio a la coherencia. En Lanús parece que aún está lejos de llegar al Concejo Deliberante pero,    tal vez, en otras geografías alcance alguna representación pues uno nunca sabe que puede ocurrir en el futuro.
La política no es una ciencia exacta. Los resultados del domingo 11 de agosto no se pueden trasladar matemáticamente a la elección de fines de octubre y nadie puede asegurar triunfos o derrotas por anticipado.  Lo que si queda claro es que algunas parcialidades deberán corregir errores, otras ajustar detalles y las más rezagadas resignarse.