por Omar Dalponte
nuevospropositos@hotmail.com¿Pudo, hasta ahora, construir un partido político de importancia a nivel nacional el actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, a pesar de conducir tan importante territorio con todo el poder político y económico que en él existe?. Evidentemente no. ¿Pudieron los hermanos Rodriguez Saá plantar una fuerza significativa a lo largo y a lo ancho de la Argentina siendo prácticamente dueños de una provincia?. ¿Pudo Hermes Binner junto a sus aliados "socialistas" organizar una expresión política en todo el país, con fuerza electoral propia, sin depender del radicalismo, aún gobernando durante más de un período la provincia de Santa Fe?. ¿Fue capaz Martín Sabatella de estructurar en cada provincia y en cada localidad de la República una organización con peso político como para ser real alternativa electoral teniendo bajo control al municipio de Morón con gran apoyo popular?. Ninguno de los nombrados, por lo menos hasta este momento lograron crear con tropa propia un partido político que cubra toda nuestra geografía y que pueda trascender históricamente.
¿Pudo hacerlo Jorge Omar Sobisch, tres veces gobernador de la provincia de Neuquén, que alguna vez fue acompañado por el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg para tal empresa?. Definitivamente no. Entonces cabe preguntarnos: ¿Podrá Sergio Massa plantar en la escena nacional, desde la municipalidad de Tigre, una organización que lo respalde para proyectarse hacia el 2015?. Para responder a esta pregunta habrá que esperar un tiempo. Mientras tanto uno puede hacer algunas reflexiones en torno a esta "nueva estrella" del firmamento político. Massa seguramente hará una buena elección en la provincia de Buenos Aires el próximo 11 de agosto. Probablemente no tan buena como muchos imaginan ni tan mala como otros desean. Sin duda es un hombre simpático, con carisma y capacidad para la función pública que demostró como titular de la ANSES, como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y como
intendente de Tigre. ¿Esas condiciones son suficientes para poder liderar un espacio con pretensiones de futuro? Esa es otra cuestión. Eso está por verse. Levantó vuelo con fuerza pero también, rápidamente, comenzó a mostrar debilidades y defectos bastante pronunciados que lo obligaron a descender a una línea de navegación aérea más tranquila para evitar las turbulencias en las alturas de las lides políticas de cada día. Pero, por lo que se ve, ocurrió que aún en las zonas que parecían más calmas no reinan brisas primaverales. A la jauría periodística no se la conforma con caramelos. Y los escribas que se oponen al kirchnerismo, por ahí se salen de libreto y sorprenden con interrogatorios incómodos. Para un político, entrar en el juego farandulero de los medios masivos de comunicación es similar a jugar con un encendedor encendido dentro de un polvorín. Y alguna incursión de Sergio Massa frente a las cámaras no fue para nada feliz. Confesó sus preferencias por la figura y las enseñanzas de Perón pero ante la primer pregunta patinó fiero. Quedó muy en claro que desconoce hasta los dichos más populares del insigne general. Quien en la plenitud de su carrera política, pretendiendo captar voluntades en el peronismo ignora cosas elementales del que fuera su principal ideólogo, conductor y líder indiscutido, demuestra que sobre su piel resbalan fácilmente todas las formas y costumbres del Movimiento nacido el 17 de Octubre de 1945. De la Doctrina Peronista ni que hablar. El cronista presume que Massa ni siquiera tiene noción de las 20 Verdades. El intendente de Tigre y aspirante a diputado nacional, más temprano que tarde, deberá salir del terreno de las indefiniciones y jugar con las cartas dadas vueltas. No es posible estar más o menos a favor o más o menos en contra del kirchnerismo. Las cosas que se juegan en este momento histórico son de tal magnitud e importancia que no hay lugar para maniobras infantiles ni para manipular las expectativas populares. Coquetear con unos y con otros puede proporcionar algún éxito efímero. Pero despoja de toda seriedad a quien realiza esas prácticas frente a un pueblo que desde hace mucho tiempo sabe perfectamente que es lo duradero y que lo transitorio respecto a lo político. Pretender domar un potro sin saber cabalgar y encima vestido con smoking, no es lo más adecuado para lucir bien en la fotografía de una jineteada.
Bienvenidas las nuevas caras al escenario político. Pero que sea con sinceridad y por lo menos con el libreto aprendido. Kirchnerismo es sinónimo del mejor peronismo y quien lo enfrente acompañado por importantes alfiles del Grupo Clarín como Mirta Tundis, de la mano de viejos representantes de lo peor del sindicalismo como Luis Barrionuevo, y sin saber balbucear ni siquiera el abc peronista, difícilmente pueda ser digerido por los sectores nacionales y populares que, en esta década, han avanzado hasta un sitio del cual no están dispuestos a retroceder.
Creemos que aún es prematuro hablar de "massismo". Pensamos que sería correcto identificar al Frente Renovador como una expresión recién nacida, constituida por elementos diversos que no tienen -por ahora- demasiado en común y que se han juntado, con todo derecho, para una aventura electoral cuyo resultado es incierto. Si sale bien habrá que ver cuanto dura la unidad dentro del espacio. Y si sale mal es fácil predecir el final. De todas maneras hay que pasar la prueba de las dos instancias electorales y a partir de octubre será necesario volver a acomodar las fichas. Lo que no se nos debe escapar es que los partidos políticos importantes y los grandes movimientos históricos no nacen de la noche a la mañana ni perduran por el sólo hecho de oponerse circunstancialmente a un determinado gobierno. Así que para todas y todos es recomendable poner los pies en la tierra porque aquí es donde habita la realidad.
(*) Dirigente de Iniciativa Socialista