La visita de Sergio Massa de ayer a Lanús, puso en evidencia las tensiones que existen detrás de la escena en ese espacio. Y no sólo entre las dos listas en puja para las PASO, sino entre cada uno de estos y el pallarismo.
Protagonistas del encuentro le refieren a La Defensa que hubo chisporroteos entre José Luis Pallares y Nicolás Russo, por las fotos que se sacaba el ex presidente granate con el intendente de Tigre.
Massa pidió por favor que "saquen a los remera" de en medio, porque lo habían rodeado militantes que lucían prebndas con los nombres de Di Masi y de Russo, y le impedían al tigrense tomar contacto con la gente.
Por otra parte se querían morir pallaristas y russistas cuando vieron que Carlos Barbagallo era el encargado de darle órdenes a la custodia de Massa. Y hablando de los guardaespaldas del tigrense, muy mal cayó que cuando el visitante fue a tomar un café Las Palmas, dos monos se pusieron a las puertas del café para impedir la entrada de otros parroquianos.
Y mucho malestar causó entre los enfermos oncológicos, cuando militantes pallaristas les obligaron a bajar los carteles en los que le reclaman drogas a Daniel Scioli.
En este contexto, la división del trabajo de fiscalización entre pallaristas y russistas lo dice todo: los primeros van a vigilar las escuelas del oeste, y los segundos el este.