miércoles, 14 de agosto de 2013

Darío lo hizo posible

por el escribano Julián Segura*

Desde lo más profundo de mí ser, casi no puedo soportar la bronca de observar cómo se puede ganar una interna representando a un intendente tan inoperante e inútil que  no pudo caminar por su propio distrito para avalar y apoyar a su candidato.
Un intendente fantasma que sólo sabe de negociados, roscas, de cuentas que no cierran, de cámaras de seguridad que no existen, de móviles de Patrulla Urbana desmantelados y, aunque nuevos, fuera de servicio por no querer invertir unos pesos para su reparación. 
Un intendente que es la vergüenza de su propio espacio político; que es la vergüenza del peronismo, si es que a él pertenece. Creo que es la inoperancia hecha funcionario, la escoria de la democracia y el ejemplo vivo de lo que el ciudadano rechaza, cada vez más, a partir del ejercicio y práctica democrática a través de los años que vivimos en ella, o de ella, como lo hace este intendente.
  Nos obliga a vivir como pordioseros, entre la basura, la mugre, los baches, la inseguridad, la desidia; somos el patio trasero y abandonado de Lomas de Zamora y Avellaneda, en fin, somos una “mierda” de ciudad por culpa de este mamarracho.
Finalmente, quiero felicitar al verdadero ganador, Nicolás Russo, quien desde el llano, supo interpretar la voluntad ciudadana y las necesidades del vecino.-
También deseo reconocer al profesor Montero, ganador de la interna del Frente para la Victoria, por la valentía, coraje y lealtad puestas al servicio de un espacio fantasmal y sólo apoyado por un “aparato político” prestado por la militancia partidaria, que espero, fervientemente, retome el rumbo y se de cuenta que unos pesos cobrados por fiscalizar un domingo de elecciones, no ameritan para vivir luego, permanentemente, en esta ciudad
devastada, destruida, arrasada y abandonada como es nuestra querida ciudad de Lanús.
Darío lo hizo…y con mucho esfuerzo…

  (*) Fue candidato a edil en las PASO en el Frente para la Victoria, por el NEP