El vecino regresaba anoche a su casa en Oyuela e Ituzaingó, y desde el garage donde guardó su auto, comprobó que su casa estaba copada por chorros que habían irrumpido por los fondos y usando una escalera de mano. Al advertir la presencia del dueño de casa los delincuentes se fugaron, llevandose algunas joyas y elementos que alcanzaron a meter en bolsos. Efectos de mmayor tamaño, quedaron amontonados en el patio de su casa.
El vecino salió, iracundo e increpó a la barra de la esquina. Los muchachones negaron ser los autores del robo, y señalaron a “los cordobeses”, que viven a metros de allí. A la media hora le golpearon la puerta al vecino y le devolvieron lo robado.
Otro vecino relata que el chorro señalado, hace unos días corriendo de la policía, tiró su arma en un pasillo. Los dueños de casa llevaron el arma a la comisaría. ¡Al otro día, el chorro tocó el timbre y pidió que le devolvieran el revolver!
Los vecinos están hartos de estos chorros, y de uno de ellos en especial, al que están aburridos de denunciarlo al anterior comisario de la 8ª, que ni siquiera lo llevó ni una sola vez a la seccional al delincuente, a pesar que la dependencia queda a media cuadra del lugar del hecho!
El nuevo titular de la 8ª, el comisario Salvatierra, prometió tomar cartas en el asunto.