domingo, 7 de julio de 2013

Si yo fuese vos..votaría por Ella y por ellos

por Omar Dalponte*

nuevospropositos@hotmail.com

Es indudable que los argentinos somos campeones en creatividad. Nuestra capacidad creativa es verdaderamente envidiable y ciertos sectores de la política no son la excepción. Desde hace casi una década, en nuestro país, la oposición al kirchnerismo -dentro de su amplio y variopinto espacio- ha logrado hacer desaparecer la caracterización de derecha e izquierda. Todos sus componentes, aunque reciten oraciones impresas en distintos catecismos, consiguieron fundirse en un mismo grupo de color uniforme, con voz única, con una línea argumental idéntica y un exclusivo común denominador: el ataque sistemático al Gobierno. Dividida en parcelas pero absolutamente unida a la hora de agraviar, la oposición viaja sin rumbo pronunciando un discurso unívoco en su pequeño universo sin luces. Radicales insípidos y socialistas de petit hotel marchan juntos y se encuentran en algún punto con “peronistas” de ultratumba amarrados a algún millonario. Dirigentes que desertaron del campo popular copulan en alcobas “trotskystas” amamantándose todos con la leche de la Sociedad Rural. La sociedad advierte en el ir y venir de este conjunto de caras y caretas, algo así como fragmentos de películas viejas que no desea volver a ver. 
Porque la nueva “concordancia” de radicales, socialistas y “peronistas” oxidados tiene menos gracia que un trozo de bofe. Y porque quienes políticamente se dicen de izquierda y desean participar en las próximas elecciones se muestran como queriendo vender helados en la Antártida. Todos, sin excepción, comparten su debilidad cuando llega el momento de exhibir propuestas, y como el punto del tablero donde cada uno pretende hacer blanco se mueve con
demasiada rapidez, los dardos comunes van a parar a cualquier parte. Es muy difícil que el pueblo crea en figuras del pasado y en mescolanzas políticas. Estos últimos diez años, a pesar de las enormes dificultades que el Gobierno debió afrontar, han sido de acumulación de beneficios y para confrontar con el kirchnerismo hace falta algo más que un ramillete de personajes enmohecidos y fracciones amarillentas tratando de descubrir el agujero del mate. 
Tanta es la falta de atracción de la oposición kirchnerista tradicional que ahora, los medios de comunicación que sirven a las corporaciones, expresan sus deseos con títulos que resaltan falsedades novelescas y procuran incentivar peleas que, tal vez, existen sólo en la imaginación de quien las comenta. En estos días, publicaciones que no se destacan por su seriedad informativa, insisten con el enfrentamiento Scioli-Massa con vistas al 2015. Ante estas “noticias” uno comprueba que la falta de talento periodístico es enorme y extraordinariamente pobre aún para sembrar temores y crear dificultades al gobierno. Ya “quedaron pagando” con la publicación de supuestas rebeldías del gobernador de la provincia de Buenos Aires quien, por enésima vez, ha ratificado su lealtad al proyecto que encabeza Crsitina Fernández. 
A esta altura de la vida, en la Argentina de la década ganada, creer que con argumentos rebuscados se puede distraer la atención de nuestro pueblo es como hacerle cosquillas a un lapacho. ¿A quien le puede interesar la discusión entre dos políticos que en la actualidad cumplen roles totalmente diferentes?. Sergio Massa afronta el compromiso de las próximas elecciones primarias encabezando una lista por afuera del Frente para la Victoria. Esto significa que lidera una fuerza opositora como cualquier otra y según le vaya disfrutará el éxito o lamentará su derrota. Eso y nada más. 
Daniel Scioli no es candidato a nada. No arriesga nada personal y según sus palabras se encuentra encolumnado detrás de la lista oficialista que encabeza Martín Insaurralde. Mientras tanto -nada menos- sigue ejerciendo la gobernación de la provincia más grande de nuestro país con todo el poder político y económico que ello significa. En esta función tiene por delante dos años y medio, tiempo de sobra para construir en política lo que desee y además es presidente del Partido Justicialista en el orden nacional sin que nadie lo cuestione dentro de esta expresión política. Teniendo en cuenta estos datos de la realidad, no se puede desconocer que Daniel Scioli, a futuro, está muy bien posicionado y que más de un dirigente desearía contar con semejantes posibilidades. 
Si trasladamos este razonamiento al ámbito local es casi un calco. El Dr. Darío Díaz Pérez preside el Frente para la Victoria, es vicepresidente en ejercicio del Partido Justicialista local, su mandato concluirá en 2015 y tiene posibilidades ciertas de triunfar en las PASO. Cuenta con una importante capacidad de convocatoria, camina mucho por el distrito, sorteó miles de obstáculos para poner en marcha su acción de gobierno que, día a día los vecinos comprueban que va en aumento. El intendente tiene tiempo por delante y cuenta con el poder que le proporciona la conducción del gobierno municipal y de la organización política que lo respalda. Creemos que no es poco frente a una oposición dividida que, para colmo, no cuenta entre sus filas con figuras de gran relevancia política. Más allá del enorme respeto que cada una de ellas merece, convengamos que ninguno de los adversarios del Dr. Darío Díaz Pérez tiene antecedentes en cargos importantes de gobierno. Salvo el Dr. Néstor Grindetti, cuya actuación pública es sobradamente conocida. El bolillero electoral ya está girando. Veremos quien se queda con el premio mayor. 
  (*) Dirigente de Iniciativa Socialista