Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
La última semana estuvo cargada de indicadores que permiten dar un rápido pantallazo a la marcha de la economía durante el segundo trimestre.En materia del nivel de actividad, los indicadores privados comienzan a capturar previsibles mejoras en sus comparaciones interanuales. En concreto, el IGA de Ferreres capturó en mayo un incremento de la economía del 5,5% interanual (i.a.), acumulando una suba de 2,4% en los primeros 5 meses de 2013. Estas alzas interanuales se deben, en gran parte, a la baja base de comparación que impone el segundo trimestre de 2012, cuando la economía era arrastrada por la sequía y una fuerte contracción de la construcción y la industria. Ahora bien, en su serie sin estacionalidad, el IGA-OJF registró una suba del 0,9% mensual (recuperándose de un flojo abril), que la ubica en los mismos niveles de fines de 2011, lo cual explica la generalizada percepción de estancamiento de la actividad agregada desde una óptica de mediano y largo plazo.
Por su parte, las estimaciones del INDEC, así como tienden a subestimar la inflación, están sobrestimando el crecimiento. De acuerdo a los cálculos oficiales, la economía habría crecido un 7% interanual en abril, acumulando en los primeros cinco meses de 2013 un alza de 4,1%. Esta divergencia entre las fuentes oficiales y privadas del nivel de actividad, si bien no sorprende, no sería inocua. Aún si la medición del INDEC se mantuviera estable en lo que resta del año, el PBI oficial arrojaría una suba de 3,9% en 2013, bien por encima de los 3,22 puntos porcentuales (p.p.) necesarios para gatillar el pago del cupón atado al crecimiento en 2014. Si bien los cálculos privados no aseguran, hoy por hoy, ese resultado, lo cierto es que el dato conocido esta semana sobre el EMAE es lo que estaría impulsando las cotizaciones de
los cupones atados al PBI.
Esta semana también se conocieron datos de comercio exterior. Como durante casi todo el año, las importaciones (con un alza interanual del 17%) volvieron a crecer a un mayor ritmo que las exportaciones (14%), determinando un nuevo deterioro del saldo comercial. En este sentido, replegando por el momento la bandera del proteccionismo, todo indica que, ante el ingreso de los dólares de la nueva cosecha, el gobierno estaría relajando las trabas comerciales, de manera de procurar no meter tanto ruido al aparato productivo y, a la vez, ayudar a contener los precios domésticos en momentos en que se registra una marcada aceleración inflacionaria.
Un dato a tener en cuenta es que las exportaciones industriales mostraron un nuevo crecimiento (13% i.a.), sostenido íntegramente en un fuerte incremento de los despachos automotrices (44%), mientras que el resto de las ventas industriales continúan en franca caída (-5% i.a.).
Por último, con un nuevo retraso respecto del calendario original de difusión, se conocieron los datos del resultado fiscal de abril. El resultado financiero (después del pago de intereses de la deuda) fue deficitario en $3.066 millones, mostrando nuevamente un fuerte deterioro con respecto a un año atrás (-$1.863 millones). El “dato” del mes fue la fuerte aceleración del gasto primario, que creció un 37% anual, registrando el mayor incremento en más de un año.
De todos modos, las erogaciones crecieron al mismo ritmo que los ingresos, de manera que, al igual que en el caso del comercio exterior, se observa que el gobierno viene orejeando los datos sobre la marcha y, en base a cómo viene la evolución de los recursos, calibra su política de gasto. Procurando que se doble, pero no se rompa, va llevando un manejo de la caja y del balance comercial del “día a día”, un elemento que impone una volatilidad fenomenal en las variables fiscales y externas. Con todo, para el segundo semestre prevemos un deterioro aún mayor de las cuentas fiscales, a medida que se avance en una contienda electoral que no luce fácil para el oficialismo.