por Marcelo Calventemarcelocalvente@gmail.com
Con la impactante contratación de Santiago Silva, Lanús se retira de un mercado de pases que lo tuvo como principal animador, ya que rápidamente logró concretar la mayor venta del fútbol argentino del último receso -Pizarro a México por casi 6.000.000 de dólares- y con tiempo y dinero fue incorporando a Somoza y Lautaro Acosta, liberados por Boca; a Jorge “el Marciano” Ortiz, libre de Arsenal, a Lucas Melano de Belgrano -ambos fueron grandes figuras del torneo pasado- y al defensor que jugó en Argentinos Matías Martínez para cubrir la partida de Vizcarrondo. Para la opinión pública, con la llegada del goleador, Lanús se convirtió en uno de los grandes candidatos, en un semestre en el que en simultáneo con el Torneo Inicial 2013 volverá a disputar la Copa Sudamericana.Santiago Silva se inició a los 18 años en Central Español de Montevideo y al cabo de tres partidos y un gol pasó a River Plate de la misma ciudad y allí fue figura; en el ciclo 99/2000 convirtió 15 goles en 28 partidos. En 2001 juega apenas 14 partidos en Defensor Sporting, el tercer grande de la capital uruguaya pero convierte 8 goles. Tras un fugaz paso por el Chievo Verona, donde no llegó a debutar, en 2002 estuvo en Corinthians con poco suceso: Jugó solo cinco encuentros y no convirtió. Luego pasó a Nacional, que se consagró tri-campeón del Uruguay, aunque su aporte fue escaso: 7 partidos y ningún gol. La sequía lo llevó de vuelta al humilde River uruguayo, donde de enero a junio de 2003 jugó 10 partidos y conquistó 7 tantos, campaña que le alcanzó para firmar un contrato algo más rentable en la segunda división del fútbol alemán, en el recientemente descendido Energie Cottbun. Allí estuvo hasta junio de 2004, jugando 32 partidos con 9 conversiones. Su equipo no ascendió y pasó al Beira Mar, una especie de Banfield de Portugal. En el ciclo 2004/05 fue titular en 30 de los 34 partidos que disputó su equipo, sus 8 goles no lograron evitar el descenso del
Taladro portugués. Tenía 24 años y Europa le quedaba grande. De julio a diciembre de 2005 juega en Newell’s sin poder afianzarse: 16 jugados, 4 goles. El fútbol argentino también por entonces le quedaba grande. Sigue barranca abajo y cae en el que fuera su cuna: El humilde Central Español de Montevideo, hora de volver a empezar para él.
En Central Español juega 13 de los 16 partidos en los que su equipo logra un histórico 4º puesto, pero sus pocos goles, apenas 3, indican que sigue a la deriva. Sin embargo, Gimnasia y Esgrima La Plata le dará una nueva oportunidad en la Argentina, y esta vez la va a aprovechar. En el ciclo 2006/2007 se consolidó como titular, jugó 33 de los 38 partidos por liga local y 7 internacionales, marcando en total 14 goles en 40 partidos. Pero le tocó estar en la cancha el día que Estudiantes le ganó el clásico 7 a 0. La crisis de Gimnasia estaba en marcha. Durante el ciclo 2007/08 pasa a Vélez, donde es titular indiscutido. Por el Apertura 2007 juega 15 partidos y convierte 7 goles, pero en el Clausura 2008 apenas convierte 4, también en 15 presentaciones, en un momento de bajón futbolístico general de la entidad de Liniers, en el que no participó en ninguna de las Copas del ciclo. El segundo semestre de de 2008 pierde la titularidad, juega solo 6 partidos y no convierte. Otra vez a remarla, pasa a préstamo a Banfield donde jugará el Clausura 2009 levantando notoriamente su nivel: 9 goles en 17 presencias. Mejor le iba a ir en el Apertura del mismo año: Campeón con Banfield, y goleador del Torneo, metió 14 en 18 partidos jugados, sin duda alguna, el Pelado estaba en el mejor momento de su carrera cuando en diciembre de 2009 cumplía 29 años de edad.
Su partida de Banfield fue muy controvertida: La entidad de Lomas tenía que abonar por su pase una opción de 1.450.000 dólares, poco dinero para un campeón y goleador. Sin embargo, e increíblemente, el plazo para hacer uso de la opción venció sin que eso ocurra. El presidente Portell adujo maniobras del representante del jugador que le impidieron acordar su nuevo contrato. Su sospechosa salida fue el principio del fin de Portell y también de la abrupta caída de Banfield, que descendería en junio de 2012. Santiago Silva volvió a Vélez en enero de 2010, y fue recibido con los brazos abiertos. Por el Clausura de ese año jugó 9 partidos, y convirtió 5 goles, en simultáneo disputó 6 por la Libertadores con otras 4 conquistas. Por el Apertura 2010 jugó los 19 partidos y convirtió 11 goles, más dos presentaciones por la sudamericana sin anotaciones. Se consagró campeón del Clausura 2011, en el que jugó 13 partidos con 7 conversiones. Del Torneo Apertura 2011 jugó apenas dos partidos (1 gol) y fue transferido a la Fiorentina en dos millones de Euros. Una vez más Europa no le sentó bien: Jugó 13 partidos, nueve de ellos ingresando desde el banco de relevos, y convirtió un solo gol.
Para inicios de 2012 su regreso a Boca estuvo acompañado de muchas controversias, ya que reglamentariamente no podía jugar en tres equipos distintos un solo ciclo anual, reglamento que Boca violó con la venia de Julio Grondona y el silencio del resto de los clubes. El pelado estuvo a las órdenes de su viejo conocido Julio César Falcioni a partir de la 4ª fecha del Torneo Clausura 2012, el último de esa denominación. Por su pase Boca debía abonarle a la Fiorentina 1.700.000 dólares. En ese Torneo jugó 10 partidos y convirtió dos goles, más otros 3 que marcó en 11 encuentros por la Libertadores 2012, en la que Boca cayó ante Corinthians en la final. En el segundo semestre de 2012 el Apertura pasa a llamarse Torneo Inicial, dos imprecisiones nominativas que cumplen la idéntica función de hacer mas confuso todo, Silva disputó 16 partidos con seis anotaciones, más dos por la Sudamericana, en los que marcó otro gol. Para el comienzo del Torneo Final 2013, en enero de este año, Falcioni sufrió el inclasificable golpe de estado que le asestó la sociedad Riquelme-Bianchi-barra brava, que Angelici convalidó no renovando su contrato por temor al descontento de sus hinchas, y el Pelado empezó a pagar por su respaldo al entrenador saliente. No obstante, relegado y con todos en contra, pudo jugar 12 partidos y convertir cinco goles en el muleto de Bianchi, pero fue suplente en la Libertadores, con un solo juego en el que convirtió un gol. El pulgar ya estaba bajo para él, aunque su paso por Boca lo ilustran los números: 52 partidos, 19 goles, que completan una notable carrera de 168 goles en 394 partidos disputados. No obstante, no será tenido en cuenta por Bianchi, aunque Boca siga debiéndole a la Fiorentina la casi totalidad de lo pactado un año y medio antes por su cesión.
Para contar por dos años con un goleador certero y de buen presente, Lanús desembolsará algo menos de un millón y medio de dólares que Boca transferirá al club italiano para poder librarse de una presencia que incomoda por igual a Riquelme y a Bianchi. Si todo ocurre como debiera, Silva será figura y goleador en Lanús gracias al acuerdo entre los nombrados y el presidente xeneize, quienes tendrán que hacerse cargo de ese y de todos los desatinos que seguramente seguirán cometiendo en perjuicio de la institución que deberían defender.