por Omar Dalponte
nuevospropositos@hotmail.comDe tanto en tanto la presidenta de la Nación decide acomodar la propia tropa. Y no está mal. Cualquiera que se prepare para dar una batalla política debe saber con que respaldo cuenta para poder planificar las acciones a realizar.
En alguno de los últimos discursos de Cristina Fernández se pudo percibir con claridad que exigió definiciones para adentro de su espacio político. Correcto. Ante la proximidad de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias ( PASO) se supone que cada quien, en el mundo de la política, debe expresar de que lado está y que pretende. En esta instancia electoral que se aproxima habrá que dirimir candidaturas y todo aquel que lo desee y pueda, tiene derecho, organizadamente, a postularse y/o proponer a quienes crea conveniente. Después los votantes elegiremos. Evidentemente, a la presidenta no le “asustan sombras ni bultos que se menean” y parece dispuesta a despejar el panorama a fin de que quede claro para el pueblo que piensan y como se ubican los actores políticos que hoy ocupan la escena nacional.
Porque en verdad, desde hace bastante tiempo, como una manera de crear confusión y expectativas dentro y fuera del oficialismo, importantes medios de comunicación tratan de influir en las decisiones de algunas figuras para que enfrenten al gobierno nacional desde las propias filas del justicialismo. Es público y notorio, por ejemplo, que los diarios La Nación y Clarin, respecto a Daniel Scioli y Sergio Massa, están interesados en que ambos funcionarios rompan con el gobierno cuanto antes. Probablemente ese interés, expresado en la campaña
que ambos grupos llevan adelante, sea mucho mayor que el demostrado hasta ahora por el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el intendente del partido de Tigre. Si bien es cierto que uno no puede predecir el futuro, hasta el presente no existen elementos claros y terminantes para asegurar que tal ruptura vaya a producirse. Que ambos dirigentes realicen sus armados políticos y traten de instalarse en cuanto lugar les sea posible, es absolutamente válido y normal en un movimiento democrático como es el peronismo. De manera que la exhortación de la señora presidenta -palabras más, palabras menos- a que cada uno defina el rol más acorde a sus gustos, necesidades y conveniencias es absolutamente acertada. Quienes estén de acuerdo con el rumbo que traza el gobierno nacional deberán apoyarlo. En cambio, aquel o aquellos que no coincidan tendrán que tomar otros caminos. Son estos, momentos de definiciones y por lo tanto, los dirigentes que tengan aspiraciones no deben mirar para el costado y hacerse los distraídos. La realización de las PASO, salvo que algún artilugio jurídico las impida, permitirán resolver en elecciones libres las diferentes representaciones. Habrá ganadores y perdedores y luego el mundo seguirá andando. Previamente, con seguridad, se producirán debates públicos, y también en forma reservada, para resolver las disputas por el posicionamiento político de cada persona o sector. Bienvenidos en nuestro Lanús los nombres y apellidos que ya tienen estado público a través de afiches y de distintas publicaciones, sumados tempranamente a la campaña electoral. Esto ayuda a que los vecinos vayan conociendo a los distintos candidatos para poder optar después, con total libertad, por el que considere con mejores condiciones para representarlos.
En el plano nacional han ocurrido movimientos más que interesantes en el gabinete oficialista. El ingeniero Agustín Rossi, una de las primeras espadas del kirchnerismo peronista en el parlamento nacional, ha sido designado al frente del ministerio de Defensa. Uno cree que esta designación, como la de la Dra Nilda Garré para cumplir funciones de embajadora ante la OEA, son indicios -probablemente los primeros- de la impronta que la presidenta imprimirá a esta etapa que concluirá en 2015. Luego de diez años de gestión kirchnerista y producidos los cambios no menores que introdujo la Dra. Garré, las fuerzas armadas son diferentes a las que existían antes de 2003. Parece ser que Cristina Fernández , cuya mirada política es sin duda de una notable agudeza, ha advertido y valorado el hecho altamente significativo del trabajo conjunto entre jóvenes y militares en la ayuda a los damnificados por las recientes inundaciones. Ya, en ocasión del arribo a Mar del Plata de la fragata Libertad en el verano pasado, el acercamiento entre civiles y uniformados se había destacado como un hecho positivo. Además, la necesidad de continuar impulsando la industria nacional -suponemos- aconseja rescatar, modernizar a fabricaciones militares y encarar, entre otras cosas, también la construcción de barcos para la cual, desde el ministerio de Defensa mucho se puede hacer en ese sentido.
Haber designado a un hombre como Agustín Rossi que, además de ser ingeniero es un cuadro de gran nivel intelectual y dueño de una “muñeca” política sobradamente demostrada en las lides parlamentarias, nos parece una medida muy acertada. Asimismo, la presencia de la Dra. Nilda Garré en un ámbito internacional como la OEA, contribuirá a la consolidación de los lazos de amistad con los países hermanos de Nuestraamérica con quienes, además de las relaciones que mantenemos a través del Mercosur y de la Unasur, tenemos, en el futuro inmediato, la responsabilidad de garantizar el funcionamiento del Banco del Sur que, según se ha dicho, comenzaría a operar a partir del 3 de junio de este año y que estaría integrado por Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Ecuador y Brasil.
Como vemos, hay muchas cosas por delante, aquí y en la región, que significan un apasionante desafío para el tiempo que ya llega. Lo que se puede afirmar sin temor a equivocarnos es que las conquistas obtenidas en esta década son inamovibles y también - nos parece- que la presidenta, como Martín Fierro, considera que “ cada lechón en su teta es la forma de mamar”.
(*) Iniciativa Socialista