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miércoles, 19 de junio de 2013

El calvario de IOMA Lanús

  El jueves pasado, cerca del mediodía, el comisario Eduardo Moltedo llegó a IOMA Lanús -en avenida H Yrigoyen frente al municipio- y observó la persiana baja. “Otro día de paro o festejo”, supuse. Pero no, se podía entrar por una pequeña puerta. Al ingresar veo cambios. El primero fue que no pude llegar al sector de la Sección Medicamentos, porque habían colocado un escritorio que no permitía el paso y como refuerzo sobre ese mueble estaba sentada, como si fuera un florero una mujer policía. Al estar amontonados pregunté qué pasaba, y al parecer sucedió lo que se esperaba: IOMA atiende tan mal a sus afiliados, en lo que hace a la complicación de los trámites para conseguir un medicamento, que aparentemente un paciente quiso hacer justicia por mano propia en la cabeza de una empleada. Me acerqué para ver cómo funcionaba el nuevo sistema de atención, y en lugar de ser atendido por una empleada de IOMA, se escucha la voz de la policía que desde arriba del escritorio, con las piernas cruzadas, dice: “¿Para qué es?” Contesto que es para dejar una receta y la misma voz me dice: “Pongase atrás del de la mochila”. Otro problema más. Tuve que encontrar quién tenía mochila y entre los que tenían cual era el último en espera de atención en medicamentos. También observé que había por lo menos tres excelentes empleados de la Jefatura Regional de Lomas, a quiénes conozco personalmente, que agilizaban la atención a los que estabamos en ese sector (parecía que Ioma Lanús, estaba intervenida). 
  “Cuando me llegó el turno, me atendió la misma empleada de siempre, que pertenece al municipio, y me tomó el trámite con la salvedad que había un poco de atraso Lo normal. La semana próxima -por ésta-
volveré y seguiré la rutina. Tengo la sensación, que IOMA como obra social que nos tiene cautivos a los empleados públicos provinciales, debería tratar de que su personal sea lo más educado posible, más con por ejemplo señoras mayores que se pasaron la vida mirando novelas por televisión y ahora que el finado las abandonó tienen que hacer personalmente los trámites y se les complica un poco el tema de comprender los tiempos y formas de los trámites administrativos. En realidad es lo que hay, es Argentina, sigamos participando”, remata el comisario inspector RA, Moltedo.