Ruben Martin, vecino de la sala Villa Obrera, hoy se acercó a la sala porque vio la puerta abierta: “La sala no fue arreglada. Lo que hicieron fue pintarla y hoy vi como el techo se cae a pedazos”, relata y pide que “dejen de mentir a los vecinos, nos toman de estúpidos. La sala como la sociedad de fomento se esta cayendo a pedazos”. Y señala como culpable a la funcionaria municipal dariista, Elizabet Spagna, que preside a la entidad y a Roberto “Chirola” Diaz, aunque este último está bregando para que reabran el puesto sanitario cerrado en septiembre pasado. Martín prosigue: “La fomento (sic) está enganchada del medidor de gas de la sala, de los baños de la fomento cuando llueve sale materia fecal por debajo de los inodoros, cuando llueve se inunda la sala de la fomento”. En la sala “pintaron la heladera de verde y las puertas y paredes de los consultorios de colores oscuros, y sacaron el foco colorado de hotel alojamiento que había en la puerta. El resto está igual”, dice Martin y se pregunta: “¿Dónde están los 10.000 pesos que el municipio le dio a Elizabet Spagna para arreglar la sala?”
