lunes, 20 de mayo de 2013

Victoria-victoria

por Marcelo Calvente

Curiosa marcha tiene el presente Torneo Final del fútbol argentino: Newell's y Lanús, con la cuña de River, lo vienen peleando desde hace varias fechas, mientras otros posibles candidatos se iban cayendo a su paso: Pero ninguno de los dos puede sostener la ventaja que logra en una fecha y refrendarla con otra victoria en la siguiente. Ambos equipos protagonizan una carrera en la que el que corre, alcanza. Lo que significa que el que toma la punta no la puede sostener volviendo a obtener otra victoria consecutiva. La 9ª fecha fue la última vez que ambos equipos sumaron la misma cantidad de puntos: Lanús derrotaba a All Boys en el final, Newell's vencía a Tigre con amplitud en Rosario y sumaba 19 puntos, el Grana quedaba único puntero con uno más, pero su juego ya no era el mismo. En la jornada siguiente no pudo con Unión en Santa Fe, mientras dando muestras de contundencia Newell's derrotaba a Vélez en Liniers, y le arrebataba la punta. En la fecha 11º el equipo rosarino volvía a ganar de local -4 a 3 a Rácing- y alcanzaba los 25 puntos, en tanto Lanús igualaba en cero con Rafaela en Arias y Guidi y sumaba 22. Pero en la fecha 12ª el puntero tropezaría en Sarandí y Lanús lo alcanzaría venciendo a Argentinos en La Paternal. En la siguiente, la fecha 13ª, Newell's vuelve a sacar ventaja venciendo a Godoy Cruz con claridad y Lanús, en su peor actuación del campeonato, iguala en cero ante Independiente en La Fortaleza.

Carrera de obstáculos parece ser este campeonato. El que va en punta tropieza, el que persigue salta una valla y lo pasa para en la fecha siguiente tropezar, mientras el rival salta la suya y recupera el liderazgo, y así estamos. Disputada la mayor parte de los partidos de la fecha 14ª, en la que los tres de arriba juegan de visitantes, Newell's ganaba uno a cero en Quilmes y tenía un penal, Scocco frente a la pelota, el equipo de Martino tenía la punta asegurada con esa victoria parcial que podía estirar a los 30' del primer tiempo, solo tenía que convertir el penal y asegurar tres puntos fundamentales en un campo muy duro y difícil. Pero Scocco no le dio con la fuerza que hay que patear penales de tanta trascendencia y se lo atajó Dulcich, que a los 31 años jugaba su primer partido en la división superior del fútbol argentino. En el complemento Quilmes logró dominar el trámite pero no inquietar a Guzmán. El visitante se paró de contra pero las varias chances que creó no las pudo convertir y el local de tanto ir confundiendo caminos encontró el empate en una jugada confusa, con gran incidencia de la fortuna a su favor. Y a favor de Lanús, que en la noche de hoy visita a Tigre en Victoria y si lo
derrota queda nuevamente puntero absoluto: Sumando de a tres en Victoria, Lanús alcanzaría los 30 puntos, uno más que su antagonista principal en la pelea y cuatro más que River Plate, que no logra consolidarse como tal. De ganar Lanus en Victoria viajaría a San Juan siendo puntero, en tanto Newell`s se mete en el conventillo de la Boca para jugar tres partidos en una semana, con riesgo que el choque por el torneo local del domingo, finalmente no se produzca.

La cosa es así: La conducción de Boca hizo pública su posición contraria a que el partido con Newell's por el Torneo Final se juege en el nuevo horario establecido. Ocurre que el Gobierno, dueño del circo en nombre del Estado, decidió programar alternativamente a River y Boca justo a la hora en que Lanta hace su mentado programa opositor: Domingo 21.30: Y Angelici, hombre de Macri, dice que va a ir a la AFA a presentar su posición, que dicen es de no presentar equipo si no se cambia el horario. Todo un tema que deberá resolverse durante la semana, porque todo lo que favorezca a Newell's -y la suspensión le daría un descanso que le vendría muy bien- y todo lo que favorezca a Newell's perjudicará a Lanús en la lucha por el título. Ojo al piojo.

Ante este panorama parejo, de marcha irregular y obstáculos que los que agarran la punta no pueden superar, los entrenadores de cada uno de los candidatos juegan su partido a su manera. Ramón Díaz no para de llorar con la misma insistencia de siempre, jugando más su perfil en los medios que su equipo en la cancha , haciéndose expulsar y enfriando el trámite cuando sus dirigidos, sobre el final, se llevaban a Union por delante. Martino se desborda desde el borde de la cancha, y mientras sus muchachos pelean por obtener el campeonato, él avisa que no va a seguir, que lo disculpen, que hay cosas que no le gustan del fútbol argentino y que fue un error haber vuelto a dirigir a su país. Un motivador nato, el tipo. Guillermo conoce perfectamente que Lanús no está jugando como debe y supo jugar, y sabe que tiene que hacer algo porque es el responsable técnico. Desde la tribuna se supone que el equipo no está en su mejor momento físico, que las incorporaciones defraudaron las expectativas, que las lesiones y la escasa madurez de algunos juveniles que tuvieron su chance lo complica y le quita variantes, que algo tiene que hacer para sacudir la motivación de sus mejores jugadores, y entonces apela a Chamorro Valdéz, un valor auspicioso que viene sacudido por dos lesiones importantes pero que avisa con goles y buenas actuaciones en la tercera división que está para ambicionar un lugar en el primer equipo. Guillermo le da su oportunidad al pibe que promete y de paso le manda un mensaje a sus profesionales de que deben sacrificarse para conservar un lugar en el equipo, que no le tiembla el pulso para poner  un pibe, con todo lo que eso significa en el campeón 2007 del vamo, vamo los pibes, el máximo formador de los últimos tiempos junto a Vélez.

A lo largo de su historia futbolística Lanús tuvo que luchar contra la adversidad tanto como contra las injusticias a las que fue sometido vuelta a vuelta por parte de la AFA. Los ejemplos sobran, del descenso de 49 a las camisetas de Racing volando por los aires, pasando por los penales de Platense que su arquero no pateó aunque el de Lanús sí, sumado a que la suerte nunca le tira un centro, los hinchas granates tenemos tanto de sufridos por ese pasado como de orgullosos por este presente. Las dificultades de los competidores para aprovechar este mal momento del equipo otorgan nueva vida cada fecha. Debemos aprovechar esta raro guiño del destino y ganar en Victoria para recuperar la punta, porque este campeonato hay que ganarlo con esfuerzo, decisión y sin dar ventajas ni en la cancha ni en las oficinas del dueño del circo, con su largo y poderoso brazo y el inquietante anillo de todo pasa.