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viernes, 12 de abril de 2013

Un municipio atado con alambre


  Relatado por propios empleados municipales, el tercer piso de la sede comunal, “es lo más parecido a una feria precaria. Hay de todo, por ejemplo el humo de cigarrillo que genera el personal”, señalan. Ni en Tercera Edad donde concurren mayormente ancianos, dejan de fumar, “y en el área de Salud  hubo  que pedirle a un médico de esa Secretaria si podía ir a fumar afuera”, ejemplifican.
  En estos días cumple un año el paso del tornado del 2012, que dejó como saldo un ventanal  roto. “Se remplazó el vidrio  por un terciado atado con alambre atravesado por un palo de escoba para que no se caiga, y así pasó todo el invierno con lluvias, frío  y viento, y así está hoy, haciendo que el lugar sea más deprimente aún. ¡Cómo puede ser  que no se haga reparar! Esta es la prueba de la decadencia que está  padeciendo el municipio”, señalan, y dicen los empleados que cuando pasan los contribuyentes y ven esa imagen (foto), con ironía  preguntan: —¿Darío no tiene plata?-. Habría que responderles que vayan a ver el lujo que campea en el despacho del intendente nacional y popular.