por Omar Dalponte
(Novena nota)
Con tanta irregularidad en cuanto a la permanencia en el cargo de intendente por distintos ciudadanos, sin que estos hayan respondido a la voluntad del pueblo expresada en elecciones libres, es un milagro que Lanús - a pesar de todo- esté en píe. Desde el momento en que asumió Piñeiro hasta el presente, 37 personas, en 49 oportunidades, se desempeñaron como titulares del Departamento Ejecutivo en el municipio de Lanús. En 34 ocasiones lo hicieron designadas y no elegidas por los vecinos: 7 de facto, 5 por reemplazo y 22 como comisionados. En 15 situaciones, 7 ciudadanos fueron electos por el voto popular: Bernardo Gago, Adrián Gayol, Rodriguez Flores, Santiago Gogorza, Miguel Monserrat, Manuel Quindimil y Darío Díaz Pérez. De ellos sólo tres pudieron completar sus mandatos: Gago un período completo y Quindimil en seis momentos consecutivos. Díaz Pérez completó un primer período (2007-2011). En la actualidad se halla cumpliendo su segundo turno iniciado en 2011 y que concluirá en 2015. Quindimil, además de los seis mandatos ininterrumpidos, había sido elegido en 1973 cuando en las elecciones presidenciales triunfó el Dr. Héctor Cámpora. Estuvo a cargo de la intendencia de Lanús desde el 25 de Mayo de 1973 hasta el 3 de mayo de 1976. El golpe cívico militar genocida ocurrió el 24 de marzo de 1976, quedando claro que a Manuel Quindimil se le permitió permanecer en funciones 39 días después de aquel trágico episodio que traería horas de horror para la Argentina. Esta permisividad para con el tradicional político lanusense, despertó sospechas respecto al tipo de relaciones que éste podía haber mantenido con los mandos militares que luego regarían con sangre a nuestro país.
A partir del primer día de enero de 1945, fecha que asumió la intendencia de Lanús don Juan
Piñeiro, comenzaron dos historias paralelas: la de Lanús como municipio autónomo y la del peronismo. 1945 fue muy significativo pues el 17 de octubre de ese año se produjo el gran acontecimiento del siglo veinte. Millones de almas movilizadas en todo el país parieron al peronismo, movimiento de masas sin comparación en América Latina. Muy poco tiempo después de aquella jornada -en verdad un terremoto político y social con epicentro en Plaza de Mayo- surgiría la candidatura del coronel Perón para la presidencia de la Nación acompañado por el Dr. Juan Hortensio Quijano como candidato a la vicepresidencia. Esta fórmula, sostenida por el Partido Laborista, La Unión Cívica Radical Junta Renovadora ( desprendimiento de la Unión Cívica Radical) y el Partido Independiente, se impuso a la Unión Democrática en las elecciones libres realizadas el 24 de febrero de 1946. El laborismo fue fundado el 24 de octubre de 1945 respondiendo a una convocatoria de los dirigentes sindicales Luis Gay y Cipriano Reyes. Además de ambos dirigentes integraron el Comité Provisional del flamante Partido Laborista los ferroviarios Monzalvo y Tejada, Manuel García (espectáculos) Vicente Garófalo (vidrio) y Leandro Reynes (periodistas). Vicente Garófalo fue intendente de avellaneda en el año 1946 por un breve período.
Otro caso para recordar: Miguel Monserrat, estando proscripto el peronismo ganó la intendencia de Lanús representando a la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) que lideraba el Dr. Oscar Alende. Monserrat estuvo al frente del ejecutivo local desde el 12 de octubre de 1963 hasta 29 de junio de 1966 en que tuvo que irse debido al golpe militar neo-fascista del general Juan Carlos Onganía. La dictadura militar autodenominada "revolución argentina" duró hasta marzo de 1973 alternando en la presidencia de facto los generales Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levigston y Alejandro Agustin Lanusse. En la postrimería del turno de Onganía Miguel Monserrat fue comisionado como intendente de Lanús, abarcando, en funciones, todo el tramo final de la dictadura bajo un turno de Levigston y otro de Lanusse. Su mandato duró desde el 5 de mayo de 1970 hasta el 24 de mayo de 1973. Fue así que un ciudadano elegido primero por el voto popular pasó después a ser la punta de una dictadura militar en nuestra ciudad. No obstante ello es bueno destacar que, con el paso del tiempo, Monserrat fue un diputado nacional comprometido con la democracia y también un hombre militante de los derechos humanos. Así son las vueltas de la vida.
Desde 1945 hasta 1983 la vida institucional de nuestro municipio estuvo signada por la inestabilidad. Tan es así que en 38 años hubo 36 personas al frente de la intendencia, o sea poco más de un intendente por año. Indudablemente, con semejante promedio a todas luces negativo, es fácil darse cuenta que por más de cuatro décadas Lanús careció de planes a mediano y largo plazo para crecer racionalmente por el camino del progreso. ¡Una barbaridad!. Sin embargo, esta ciudad llegó a ser un centro industrial, comercial y cultural de gran importancia aunque con serio déficit en cuanto a limpieza, realización de grandes obras, salud, educación, cuidado del medio ambiente, viviendas etc. El impulso industrial, la transformación de pequeños emprendimientos en empresas medianas y grandes, la instalación de establecimientos fabriles y comercios importantes fue posible gracias a la acción transformadora llevada a cabo por el gobierno de Edelmiro J. Farrel (1943-1946) y del primer peronismo (1946-1955) en todo el territorio argentino y también, naturalmente, en Lanús. El 1 de septiembre de 1945 se inauguró el hospital "Narciso López" y el 30 de agosto de 1952 el policlínico "Evita". En cuanto a las obras y mejoramiento de asfalto, alumbrado, servicios esenciales como el agua, el gas, red cloacal luz eléctrica, por la educación y la cultura, mucho tuvo que ver la presencia y trabajo sostenido de las entidades de bien público, deportivas y sociales como las sociedades de fomento, de cooperación escolar. cooperativas y bibliotecas populares, clubes de barrio, juntas vecinales, comisiones parroquiales y de diversas organizaciones religiosas, de profesionales, del comercio etc. En el avance de nuestra ciudad contra viento y marea, a pesar de las dictaduras y de la falta de continuidad de los gobiernos comunales, fue de fundamental importancia la acción de mujeres y de hombres surgidos del pueblo que, con empuje inigualable y dando de si más de lo posible, permitieron ser lo que pudimos ser.
Lanús fue de un extremo al otro. De la discontinuidad de los titulares del
Departamento Ejecutivo, y por consiguiente de los diferentes elencos que
integraron los gobiernos municipales, tanto deliberativos como ejecutivos,
pasamos a seis períodos ininterrumpidos conducidos por don Manuel Quindimil. Su
mérito, que lo hace acreedor a nuestro respeto, es haber sido elegido por el
voto popular. Su lado negativo, que merece ser criticado, es no haber sido
capaz, en tantos años de gestión, de colocar a Lanús en el nivel que merecemos
los vecinos.