Recientemente, cuando se trató el tema de la Máspero en el instituto del Presupuesto Participativo |
La segunda sesión ordinaria en el HCD no tenía expedientes a tratar, pues las comisiones, recién formadas, no se reunieron durante la semana para elegir sus autoridades, según el edil Jorge Montero. Por ende, no había ninguno con dictamen de comisión. De allí que dos expedientes fueron pedidos para su tratamiento sobre tablas. El primero, que dio lugar a arduos debates en el recinto luego de los mantenidos durante una hora y media en labor parlamentaria -la sesión comenzó pasadas las 13:00- fue enviado por el ejecutivo y consistía en la aceptación de la cesión definitiva del inmueble donde funciona la unidad sanitaria municipal Máspero, conocida por los vecinos como sala Máspero, al estado municipal.
Montero pidió la inclusión y tratamiento de ese expediente y las voces de los bloques no oficialistas se hicieron oír, porque el jefe del bloque del FV intentó argumentar el por qué de esta inclusión remontándose a expedientes y ordenanzas anteriores a través de los cuales la sala fue perdiendo progresivamente su calidad de “vecinal” y privada para pasar a ser municipal. En el tiempo que duró esta exposición varios concejales -María La Rosa, Jorge Schiavone y Carlos Folino- pedían que Montero se limitase a explicar el por qué de la urgencia del pedido de tratamiento hoy. “Que vaya a comisión para que podamos estudiarlo y pedir
documentación faltante”, eran los argumentos.
Sin embargo Montero se hizo oír y procedió a dar su extensa explicación porque, según refirió, en Labor Parlamentaria no pudo hacerlo porque los otros ediles sólo “hacen oposicionismo” (sic.). Cuando finalizó, Folino, muy enojado, explicó que “estamos disolviendo y para eso hay que liquidar. Un burro de la municipalidad puso ‘sin cargo’ y a continuación que hay que pagar. Sepámoslo bien: es una cesión con cargo. Acá no hay argumentos. Que la Máspero quede para la municipalidad, nadie se opone, pero que se haga bien. Pareciera que siempre nos toman por estúpidos: si nos atropellan nunca vamos a funcionar”.
Schiavone alegó que “hace dos años votamos afirmativamente el comodato porque pensamos que si la sala pasaba al municipio iba a mejorar su atención pero no es así”. Y La Rosa agregó que “si hay juicios laborales los vamos a tener que pagar. Fue tasada por valor de venta en cuatro millones de pesos. Si no se va a vender ¿por qué se tasó por valor de venta (hay otra tasación que es por valor real de costo pero se eligió la de venta)? ¿Por qué tanto apuro? Que pase a comisión”.
Montero aclaró que no hay juicios laborales, según le había informado el secretario Crespo Armengol y “con respecto a lo de burro también le está haciendo cargo a los socios que en asamblea manifestaron su acuerdo. Es una vergüenza tener 14 bloques discutiendo en labor”, haciendo cargo a todos los ediles que se separaron de sus bloques originales para conformar unipersonales.
Todo esto para aprobar el tratamiento del expediente sobre tablas. Cuando se pidió la votación, la oposición pidió que fuese nominal. El resultado fue de 16 negativos contra 8 afirmativos, como ya informó La Defensa. Héctor Bonfiglio, presidente del HCD, se apresuró a aclarar que “fueron 9 afirmativos y 15 negativos” para enmendar una gaffe de Luciana Agustavicius que, confundida, votó en contra de su propio bloque. Resultado: el expediente pasó a comisión. Vale señalar que hace mucho tiempo que no se da un resultado de esas características en el HCD.
Emiliano Bursese (UCR) pidió inclusión y tratamiento de otro expediente en el que los vecinos de Villa Obrera reclaman por la apertura de la unidad sanitaria del barrio, que cerró en noviembre por “refacciones” y que aún permanece cerrada. Los vecinos se quejan porque se los envía a buscar los medicamentos a la salita del barrio Los Ceibos donde, según Salvador Baratta, “me dijeron los vecinos que tienen que pagar peaje para entrar y cuando salen les roban los medicamentos. Yo hice un pedido de informes en noviembre y aún no me contestaron”. Sin embargo la petición de Bursese no cuajó: cuando se puso a votación el tratamiento del expediente el resultado fue 12 iguales, desempatado por el presidente a favor del no tratamiento. Este expediente también pasó a comisión.
¿A qué viene tanto apuro?
Más tarde, en el programa de Marta Santos, Susana Arse amplió la postura del Pro, manifestando que “la Máspero aún tiene dos años de comodato o sea que sigue atendiendo a la gente como siempre. ¿A qué viene tanto apuro? Para tener la misma atención que las otras salas, donde hay deficiencias estructurales, médicas o de insumos?”, se preguntó. Baratta indicó que “estoy cansado que no contesten los pedidos de informes. Este tema (el de la sala cerrada) es más urgente que el de la Máspero porque los mandan a lugares donde no pueden entrar o en donde los médicos atendían a diez pacientes y ahora tienen cuarenta. ¿Dónde queda la gente?”
Montero aportó lo suyo: dijo que “Folino se ha equivocado porque el cargo es de su función y no de plata, no hay juicios laborales pendientes. La única deuda es con ARBA y son $52.000 anteriores a su municipalización porque a partir de ahí el municipio pagó todos los servicios.”. También aclaró que “La Cámpora no la tomó en 2011 -denuncia hecha por varios socios y vecinos en su momento-, hubo una asamblea de socios que fueron convocados como corresponde y el municipio se hizo cargo porque la sala estaba cada vez peor: no podía enfrentar sus deudas”. Cabe recordar que la toma de la sala por los integrantes de La Cámpora fue escándalo por varios días.
“Respecto de la sala del barrio Obrero, en diez días estará concluida y funcionando”, concluyó.