
Al menos una mujer y cuatro hombres, se hicieron pasar por inspectores municipales, pero apenas ingresaron en las oficinas, desenfundaron poderosas armas, arrinconaron a los empleados y se alzaron con unos doscientos mil pesos, y huyeron muy tranquilos. “Todo duró unos tres minutos”, le confió una fuente a La Defensa.